Qué se puede escribir sobre una obra maestra que no haya sido ya dicho mil veces de mejor forma... Me da casi apuro escribir este post; lo he empezado, lo he borrado, lo he vuelto a empezar… y no doy con la manera. Es como poner las manazas sobre Las Meninas para cambiar el cuadro de sitio, seguro que te mueres de miedo de cargártelo. En fin, allá voy.
Estos días se cumplen 40 años de The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars, el álbum que catapultó definitivamente a David Bowie a la categoría de estrella y que marcó un antes y un después en la Historia del Rock and Roll.
Con su álter ego Ziggy Stardust, Bowie dijo adiós al Hunky Dory de rizos dorados, abrazó el Glam Rock y la ambigüedad sexual y dio comienzo a una nueva era en su música y en su estética. Ziggy Stardust era un artificio genial, un juego de influencias y homenajes a la ciencia ficción, al glamour, a la purpurina, y también a los outsiders. Aunque hay varias versiones al respecto, como suele suceder en estos casos, parece que estaba directamente inspirado en Iggy Pop −que por entonces se había convertido en una obsesión para David−, así como en el músico rockabilly de efímera carrera Vince Taylor. Tomó su apellido del músico Norman Carl Odam, aka The Legendary Stardust Cowboy, mientra que su sonido estaba muy influenciado por la escena underground norteamericana, especialmente por Iggy y The Stooges y Lou Reed.
Starman es uno de los 11 cortes de este álbum que arranca con la prodigiosa Five Years y concluye con la catarsis de Rock’N’Roll Suicide. Al igual que el bondadoso Hombre de las Estrellas del que habla la canción, que ha aterrizado en la Tierra para abrir nuevas puertas a la percepción de quien esté preparado para escucharle, Bowie y sus Spiders (Mick Ronson, Trevor Bolder y Mick Woodmansey) descubrieron a sus fans un mundo distinto y mejor. En la mítica actuación de la banda en Top of the Pops el 6 de julio de 1972, miles de jóvenes británicos (y sus horrorizados padres) presenciaron atónitos aquella explosión de colorista y sexual R’n’R. Se acabó el buenrrollismo hippie: esto era algo salvaje. Como explica Paul Trynka en su biografía del músico británico: “David y The Spiders eran temibles y suponían una amenaza no sólo para las hijas, sino también para los hijos. En el momento en que David pasó el brazo alrededor de Mick Ronson [guitarrista de la banda], adolescentes de todo el país compartieron un momento de epifanía”.
Atentos al contraste entre la actitud y las pintas de la banda con el público del estudio. Desde luego, tuvieron que quedarse impresionados como mínimo... ¡Quién hubiera estado allí para verlo en persona!
Corregidme si me equivoco, pero no hay otra película que haya retratado tan fielmente la era dorada del Glam como Velvet Goldmine (Todd Haynes, 1998). De hecho, los personajes protagonistas son evidentes trasuntos de Bowie e Iggy Pop.
Una curiosidad para terminar. Muchos, muchos años después de la “muerte” de Ziggy, Bowie decidió saldar su deuda con The Legendary Stardust Cowboy e incluyó una versión de su tema I Took a Trip on a Gemini Spacecraft en su álbum Heathen (2002). Vedle aquí, otra vez poniendo en pie al público de Top of the Pops.
(Tengo que decirlo: nadie más que él puede llevar así de bien un chaleco y un pantalón de traje...).
Viva Bowie, lo más grande!!! Y que sepas que has estado a la altura con el post, no has destrozado nada ;-)
ResponderEliminar¡Gracias, Ana! Aún no me había atrevido ni a subirlo al FAce, jajajaj...
ResponderEliminarEstoy con Ana! La entrada te ha quedado estupenda y Starman es un temón del gigante Bowie... Una de mis canciones favoritas de las muchas joyas que tiene.
ResponderEliminarAdemás de Velvet Goldmine te recomiendo que veas (si aún no lo has hecho) C.R.A.Z.Y. una película sobre el cisma generacional donde la figura y la música de DB tiene un peso importante...
Grandísimo Ziggy! Starman es una de las primeras canciones de Bowie que me cautivó. Luego fue escuchar el disco de arriba a abajo y seguir flipando! Todavía no me he recuperado de la sensación que me produjo el riff inicial de Moonage Daydream!!
ResponderEliminarSin duda, Bowie transmite buenas vibraciones... y da buen rollo, como no...
Es que es un discazo enorme. Todo encaja perfectamente y el orden de las canciones es perfecto. De hecho, me estoy enterando ahora, leyendo la biografía de Paul Trynka, de que no era un disco conceptual desde el principio, sino que fue tomando forma progresivamente.
ResponderEliminar¡Ay! Mira que olvidarme de CRAZY... pero si la escena de Space Oddity me dejó loca...
y yo que odiaba a este tio...hasta que me di cuenta...
ResponderEliminarhttp://lasmilvidas.blogspot.com.es/2013/01/la-culpa-fue-de-tocata-odio-profundo.html?q=bowie
Perdone, Mr. Moriarty, no he visto este comentario hasta ahora, se me ha debido de ir la pinza... ¡Pero no puedo dejar de comentar a mi vez, me he partido la caja con tu post, jajajajaaa! Lo de Iván es sencillamente ABOMINABLE (tanto como sus ropas). En comparación con eso, la versión de Tino Casal me parece impecable :-)
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