No, en CBR no estamos en la Semana Fantástica del Amor ni nos ha dado una sobredosis de azúcar. Os prometo que es puritita casualidad que llevemos dos post seguidos sobre el tema. En todo caso, ya veis que se trata de canciones que no hablan precisamente de lo bonito que es el amor y de las florecicas y los pajaricos, sino de cuando estar enamorado es una putada. En especial la que hoy nos ocupa, uno de mis jitazos favoritos ever y todo un clásico de esta mítica banda británica de punk rock.
Los Buzzcocks eran sin duda tipos duros, pero hasta el más punkarra se ha pillado (ya no digo enamorado) alguna vez por la persona equivocada. Que levante la mano quien nunca se haya enfangado hasta el cuello en una historia que te hace sentirte miserable, pero de la que no eres capaz de salir. Quién no ha pasado por la experiencia de tener a alguien incrustado en su cerebro... Lo dice infinitamente mejor mi admirada Belén Gopegui: “Por qué un cuerpo se clava en el deseo y no se nos olvida”*.
Pero centrémonos en la canción. Ever Fallen in Love está incluida en el álbum Love bites (1978), segundo de la banda fundada por Pete Shelley y Howard Devoto (quien, sin embargo, no tardó en abandonarla), animados por la efervescente escena punk británica e influenciados sobre todo por los Sex Pistols, a quienes telonearon posteriormente.
Aunque no fueron tan reconocidos como los Pistols o The Clash, Buzzcocks alcanzaron una notoriedad importante. Ever Fallen in Love cuenta, de hecho, con un buen puñado de versiones (además de tratarse de uno de los temas favoritos del mítico diyei de la BBC1 John Peel, lo cual es mucho decir), como la de Pete Yom en banda sonora de Shrek 2, una muy chula y bossanovera de Nouvelle Vague o ésta de Fine Young Cannibals, bastante bizarra (no digamos ya el vídeo), que se incluyó en la banda sonora de Algo salvaje.
Pero mi favorita es ésta de Cooper, la banda de Álex Díez, quien fuera alma de Los Flechazos (grupo al que ya estoy tardando en dedicar un post, por cierto). Con mis mejores deseos y toda mi solidaridad para los damnificados del amor equivocado.
*Acceso no autorizado. Ed. Mondadori, 2011.
Me encantan las canciones de desamor rockero y cuanto más punkarra mejor... o hay nada que de mejor rollo que cagarse en el amor cuando procede, y en ese sentido los Buzzcoks lo bordaron con este temazo... eso sí, la versión de Fine Young Cannibals es para pegarles y mira que a mí me va la onda ochentera... ¡¡pero es que no le va nada!!
ResponderEliminarSí, la versión es infame, no aporta absolutamente nada. FYC tenían su punto, pero desde luego, con esta canción no se lucieron.
ResponderEliminarNo hay nada como un rockero con corazoncito ;-)