DIEZ AÑOS DE CBR

viernes, 30 de agosto de 2013

Tu vuò fà l'americano (by Carol)

Hoy me he tirado un buen rato holgazaneando en la cama (ventajas de los desocupados: podemos zanganear entre semana), y eso me pone siempre de muy buen humor. El sol colándose por la ventana y yo pensando en el sueño que tuve anoche; en qué cosas tengo que hacer hoy y en qué orden; en qué voy a desayunar; en qué estarías haciendo tú en ese momento; y así, sin venir a cuento, en botellines helados en la terraza del Revuelta y en su banda sonora de petardadas y música italiana de los 50 y 60 que tanto me gusta y tantas veces he bailado en compañía de Marta, Aline, Nuria, Andrés y los demás. Anda que no nos hemos inventado mil veces la letra de ‘Tu vuò fà l'americano’ y se la hemos cantado a Jimmi a grito pelado… ¡Venga, esta entrada requiere una cerveza muy fría!

Este temazo ultraconocido de Renato Carosone, que compuso junto a Nicola Salerno en 1956, es una mezcla irresistible de swing, jazz y canzone napoletana, con una riqueza instrumental increíble. Tiene, además, una letra muy divertida, sobre un napolitano que intenta imitar el estilo de vida americano llevando gorras, bailando rock and roll, jugando al béisbol y fumando Camel, aunque cada vez que bebe whisky con soda (¡ñam!) se pone malo y encima se lo costea todo la mamma. Según Wikipedia, la intención de Carosone era burlarse de la “americanización” que experimentaba la Europa posterior a la II Guerra Mundial, nuevos usos y costumbres foráneas que contrastaban fuertemente con las tradiciones del Sur de Italia (no hablemos de España). “Quieres hacerte el americano… ¡pero naciste en Italia!”. ¡Pringao!

viernes, 23 de agosto de 2013

Ticket to Ride (by Isa)

Boleto para pasear ;-) jejejeje
Me encanta viajar. Todos los que me conocen saben que es mi actividad favorita, junto con comer y follar (hacer coincidir las tres cosas ya es el summum) y da la casualidad de que mañana mismo tengo una cita en la Terminal 4 de Barajas para hacer volar a mi culo lejos de aquí... ¡Qué felicidad!

Aunque liberador, relajante y constructivo reconozco que mi viaje no deja de ser una excursión de ida y vuelta. Lo mío es más para un 'Day Tripper' (que ya caerá), que un 'Ticket to Ride'. Nada comparado con el que acaba de emprender mi socia, a la que dedico esta canción y este post -ya os habréis percatado que tengo cierto fervor gramolero y que me motiva esto de dedicar cancioncillas a mis allegados-.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Sheena is a Punk Rocker (by Carol)

Cada vez que alguien esgrime el argumento de que el valor de la obra arte es directamente proporcional a la dificultad que entraña su creación, muere un gatito. “¿Señora con sombrilla en la playa de Cadaqués? ¡Yo aquí solo veo dos manchas! ¡Esto lo puede hacer mi sobrinico de dos años! ¡El arte moderno es un timo!”. Hombre, pues a veces sí, pero no siempre. ¿Son las latas de Campbell’s de Warhol menos valiosas (al menos artísticamente hablando) que La familia de Carlos IV? Para mí no; simplemente, no son comparables en absoluto.


Si hablamos de música, en estas discusiones yo siempre pienso en los Ramones y sus benditos tres acordes (¿o eran cuatro?). En mi modesta opinión, lo interesante del arte son las sensaciones que te provoca, que te haga sentir cosas, que se te erice el vello de la nuca, más allá de que esté o no esté primorosamente realizado. Según quién las escuche, las ‘Variaciones Goldberg’ vía Glenn Gould serán un rollo macabeo o bien una auténtica maravilla. El virtuosismo de Joe Satriani o de cualquier otro dios de la guitarra es capaz de alucinar o de aburrir hasta el infinito y más allá. Las canciones de los Ramones pueden parecerte una ful y todas iguales, o puedes empezar a pegar botes como loco y pasártelo canica con ellas. Adivinaréis que yo pertenezco al segundo grupo.

‘Sheena is a Punk Rocker’ me salvó, hace años, de morir de aburrimiento y mala leche en un bodorrio al que asistí muy a disgusto. El novio era amigo mío y una buena persona, pero se casaba con una pedazo arpía de las de libro (de hecho, y no me alegra decirlo, el tiempo nos dio la razón a todos los que opinábamos así, que éramos muchos). Afortunadamente, los amigos de ella eran majos y tenían una colección de discos bastante apañada, y en cuanto alguien pinchó esta canción la noche se empezó a poner tan divertida que al final me lo pasé hasta bien. (Sobre todo cuando los novios hicieron mutis por el foro...).

jueves, 8 de agosto de 2013

Need you tonight (by Isa)

No me gusta estar sola. Y menos por la noche. Me invade un calor sofocante mezclado con una sensación de angustia que puede devenir en alteración hormonal severa, algo que una amiga mía llama con acierto "furor uterino" o en bajonazo profundo de los de querer morirse. ¿Que le vamos a hacer? Soy un pelín desequilibrada... todos tenemos nuestras cosillas, ¿no?

Siempre que pienso en mi fragil equilibrio emocional me acuerdo de Michael Hutchence, y es que el pobre debía estar como un cencerro, la verdad. Por suerte, yo no llego a tanto, aunque siempre ambicionaré esa melenaza ondulada... porque el cuero ajustado me queda igual de bien ;-)

Hace cosa de un mes, el amigo Julián Ruiz relataba en El Mundo como fue el final de este icono del pop, ofreciendo todos los detalles de su relación con él, con Bob Geldof (el marido de la madre de su hijo -vaya tela-).  Es imposible que este tío no genere a partes iguales envidia y admiración. Ha conocido y ha tratado con todas las estrellas de la música contemporanea nacional e internacional. En el artículo, que recomiendo encarecidamente, explica como Hutchence se suicidó una noche de noviembre en la que se sentía solo y abandonado. Tenía mi edad.

viernes, 2 de agosto de 2013

Paracaídas (by Carol)

Ya lo sé; estoy repitiendo grupo, algo que no había hecho desde que me subí a la nave CBR. Es más: estoy repitiendo disco, cuando habría cientos de canciones de Los Enemigos de las que querría hablar. Perdonen ustedes, pero sucede que ‘Paracaídas’ está siendo mi banda sonora mental de las últimas semanas y no se me ocurre mejor regalo que ofreceros hoy.


‘Paracaídas’ es un temazo bárbaro sobre una de las cosas más importantes que se pueden tener en la vida, y uno de los cortes más cañeros de La cuenta atrás. Para mí siempre ha estado cargado de significado. Admito que soy una persona bastante exigente en cuestión de afectos y a veces me paso de radical, pero nada me disgusta más que la “traición” (que puede tener muy distintos niveles) por parte de gente a la que quiero. Sin embargo, tengo grandísimos amigos que han sido siempre mi paracaídas, y quisiera pensar que yo soy lo mismo para ellos.

Las últimas semanas han sido para mí un poco complicadas, con un montón de temas por resolver en los que las cuestiones prácticas se han mezclado muy mucho con las emocionales. Es precisamente en esos momentos, en los que uno está raruno o directamente jodido, cuando queda claro quién te aprecia de verdad y quién no es más que tu amiguito 128 del FuckBook. Y eso no quiere decir que te estén llamando todo el tiempo. Simplemente, te hacen saber que están.