En un cassette, que me grabó un vecino que me gustaba cuando tenía 14 años, que mezclaba canciones del 'Permanent Vacations' y del 'Pump' de Aerosmith está el germen de mi vocación metalera. Escuché chorrocientas veces esos temas en mi radiocasete de plástico rojo, que era mi bien más preciado junto con mi walk-man. Ambos me aislaban de mis hermanos pequeños -de los que me separaba una infancia ya perdida- en una casa superpoblada y ruidosa: 'Love in an elevator', 'Jannie's got a gun' y, por supuesto, 'Dude (looks like a lady)' eran mis favoritas.
A la adolescente noventera que fui le flipaba y le repelía Steven Tyler a partes iguales. Fue la época del 'Get a grip', con la radioformula y la MTV dando caña a todos sus temas. Cuando me enteré de que la chica monísima que salía en el vídeo de Crazy era su hija fui consciente de lo generosa que puede ser la genética de un feo con las generaciones posteriores. No tienen nada que ver los vídeos de esa época con una producción casi de película con los de la etapa justo anterior, que eran menos currados -por lo general- y también más gamberros (por decirlo suavemente). El de 'Dude (looks like a lady') que es de 1987 es un claro ejemplo.