El siguiente tramo del concierto nos ofrece pinceladas de su
último álbum, 'The Getaway', con lo mejorcito de este ('Dark Necessities' y 'The
Getaway' que da título al disco), aunque apreciamos cómo nos cuelan de tapadillo 'If you have to ask' y 'Right on Time' que vuelven a desatar la locura del personal
asistente. Mención especial merece el montaje de iluminación a base de poleas
que nos ofrecen en esta gira 2016. Miles de lucecitas sobrevuelan nuestras
cabezas cambiando de color y formando figuras genéticas apreciables, cadenas de
ADN que cambian de color y fluctúan bajo el techo del Palacio de los Deportes
para deleite y alucinación de nuestras dilatadas pupilas.
Pasan a hurtadillas por el denostado álbum 'I'm with you' con
una versión funkarra de Ethiopia para volver a estremecernos con el absoluto
heat 'Californication'(apuesto a que la mayoría de abuelas de los asistentes
también saben entonar los coros). 'Go Robot' y 'Sick Love' nos vuelven a situar en
2016 y la coreada 'Suck My Kiss' en su versión más calentorra, macarra y castiza
vuelve a levantar el Palacio de los Deportes haciendo que nuestras almas vibren
y se contorsionen como si no hubiera un
mañana. Cerramos la parte final con himnos míticos tales como 'Soul to Squeeze' y
la energizante 'By the Way' que vuelve a hacer botar a los asistentes de nuevo
como si esto acabara de empezar, porque señoras y señores, no queremos que
acabe nunca.
Los bises nos vuelven a traer otra jam session, aunque
sepamos que ya van unas cuantas y quizás la fórmula es demasiado repetitiva ¡Pero
qué demonios! Son Chad Smith, Flea y Josh Klinghoffer mirándose a los ojos y
dándolo todo por nosotros ¡Disfrutémoslo joder!
El trío de bises lo completan la que es, para mi gusto, la
mejor canción de The Getaway, 'Goodbye Angels', un cuento triste y melancólico
sobre una relación rota y como colofón a tanto alarde musical digno de las
costas de Malibú rematando con la muscular 'Give It Away' adornada por unas
lisérgicas olas que componían sus ya comentados efectos de luz sobre nuestras
cabezas. Este es uno de los himnos por
excelencia con el que el nuevo componente de la banda, el jovencito Josh
Klinghoffer, calca de manera tremebunda ese riff funky compuesto por Frusciante
que nos electrifica desde el primer acorde con su endiablado ritmo de guitarra.
A los 90 minutos exactos dieron por acabado el show, demasiado
corto para el precio dirán unos, demasiado mayores para tanta exhibición de
energía dirán otros, lo cierto es que Red Hot Chili Peppers sin estar en sus
mejores condiciones físicas y con una setlist plagada de himnos
multigeneracionales, pueden seguir a piñón fijo y en modo piloto automático los
años que les de la gana, si la fórmula vende ¿Para qué cambiarla?
Supongo que los años les deben pesar, pero el espectáculo debió ser tan digno como su pecho descamisado, ¡gran crónica!
ResponderEliminarNo los he seguido demasiado, pero tampoco he dejado de escucharlos (a parte, por supuesto, de ser banda sonora de todos los bares nocturnos un poco guarretes, de los buenos vaya ;).
Siempre me sentido simpatía, además, por los grupos que mantienen más o menos los mismos miembros durante años. No debe ser nada fácil...
¡¡Gracias Robert!! Lo cierto es que fue un gran concierto, el pero es haberles visto ya unas cuantas veces, siempre comparas años y situaciones, dar dos conciertos consecutivos en Madrid puede haberles hecho dosificar la energia pero para mí son puro espectáculo, me lo pasé bomba y espero que se haya visto reflejado en la crónica.
EliminarUn abrazo
"Gracias España por Luis Buñuel, gracias por Picasso, gracias por Goya". A mí ya con eso me habrían ganado <3
ResponderEliminarSupongo que, pese a los añicos que se dejan notar, a los Red Hot les pasa un poco como a todos los grandes (Stones, ACDC...): te dan tanto bueno que se les perdonan las flojeras.
¡Gracias por tu crónica tan energética, Efrén!
Gracias Carol, he procurado escribir desde las tripas y el corazón que es como se vive la pasión por uno de los más grandes grupos de la historia.
EliminarYa me daba bastante rabia haberme perdido el concierto, y para colmo hoy he ido a una reunión con un cliente y estaba de resaca post concierto... ¡joder!
ResponderEliminarNo soy una gran fan de los RHCP, pero es indudable que sus jitazos forman parte de mi banda sonora, y solo por eso me habría gustado estar a pesar de los desafines de Anthony Kiedis y el guitarrista... solo por escuchar a uno de los bajistas más acojonantes de la historia de la música.
¡Gran crónica, Efrén!
Flea es increíble Isa,de los mejores bajistas de la historia, pero no pierdas de vista a Chad Smith, esa noche fue el auténtico jefe de la banda, el Diós de las baquetas retumbantes.
EliminarMira que no soy fanático de RHCP, pero tiene muchas ganas de ir. Al final por culpa del trabajo no he podido. Veo que el repertorio me hubiera gustado bastante, la verdad es que les he dejado de seguir hace tiempo y me sorprende comprobar que incluyeron muchos clásicos.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Bienvenido Efrén .
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