Foto de Manu Grooveman |
No soy una gran fan de la trayectoria post beatle del artista. La he seguido con discreción pero todo lo que ha llegado a mis oídos siempre ha sido de mi agrado. Algunos temas mucho, además. Pero consciente de mis carencias y para disfrutar bien el concierto he estado las últimas dos semanas empapándome de McCartney a tope. Y sí, ha merecido la pena recuperar el placer de ir con los cascos por la calle sintiéndome la prota de la secuencia musical de una peli de Tarantino. Porque emerger del metro con ese sonido de avión despegando al inicio de 'Back to USSR' no puede hacerte sentir más especial.
Por fin anoche llegó el momento de coincidir en espacio y tiempo con uno de mis mayores mitos. De los pocos que aún están vivos. El hombre que ha sido uno de los principales responsables de la banda sonora de mi infancia y de mi despertar musical. Está claro que no soy objetiva, que ya estaba muy sugestionada... pero no es menos cierto que mis expectativas eran altísimas. Y Paul estuvo a la altura. ¡Qué coño! Superó la prueba con sobresaliente.
21:40h. Estadio Vicente Calderón. Un poco chafados porque el artista invitado resultara ser un DJ pinchando temas de los Fab Four, nos consolamos a golpe de mini de cerveza... Hasta que aparece él y todo se convierte en efervescencia. Aunque aún es de día, (es lo que tiene junio en Madrid) 'A Hard Days Night' rompe el hielo a la perfección y me hace pensar en mi madre, con sus 17 años, su melena lisa y su minifalda plisada bailando como una loca durante la proyección de la peli homónima. Nostalgia de lo nunca vivido (que diría nuestro compadre Moriarty). Damos un salto de 50 años con 'Save us', de los mejores del último disco del de Liverpool, para retroceder de nuevo en la línea del tiempo con 'Can't Buy Me Love'. Sus fans beatleianas nos desgañitamos negándole un diamante a nuestro Paul. Primer momento Wings con 'Letting Go', que también tiene sus adeptos, y que da paso a uno de los puntos más frikis de la noche con un tema como de música de marcianitos: 'Temporary Secretary', que a mí particularmente me mola. Segundo momento Wings con 'Let Me Roll It', con aura bluesera y un riff muy chulo, mi favorita de "los alitas de pollo", con gestos de enrollamiento de peta por parte del guitarrista, que a todos nos recordaba a un insigne lector de este blog. Sí, Robert va por ti.
Mano temblorosa y emocionada... sí, la foto es muy cutre. |
Volvemos a los Beatles con 'Ive Got A Feeling', recuperando a la concurrencia más clásica para seguir con una de sus baladitas mas recientes 'My Valentine', dedicada a su churri actual -Nancy-mientras se proyectan imágenes de dos de sus fanses más célebres Johnny Deep y Natalie Portman que protagonizan el videoclip del tema. Nos vamos a los 70, con otro tema de Wings: 'Nineteen Hundred and Eight Five' de ese gran álbum que es el Band On The Run. Y de allí volamos al Revolver, con 'Here, There and Everything', para deleite de las joyas menos explotadas de los Beatles. McCartney saluda, chapurrea algunas frases leidas en español -y lo hace bastante mejor que Rajoy-. Se le ve a gusto, arropado y seguro, lo que a sus casi 74 años no está nada mal. Y es que aunque la señora Paula haya tenido algún desliz vocal al principio del repertorio, se va templando a lo largo de la velada y gana en potencia y maestría.
Llega uno de los momentos álgidos de la noche con 'Maybe I'm Amazed', y como las comparaciones son odiosas concluimos por consenso que a Linda la quería más. Baladón incontestable con el estadio cuajado de lucecitas de móviles sustituyendo a los antiguos mecheros. Y ya no bajamos la guardia: 'We Can Working Out' con derroche de laringe colectivo y -oh, sorpresa- temazo de hace 60 años de The Quarrymen, el grupo de los adolescentes John y Paul, previo a The Beatles, 'In Spite Of All The Danger', y de ahí al Rubber Soul con otra joya poco prevista: 'You Won't See Me', para seguir con dos clasicazos 'Love Me Do' y 'And I love Her'. Primera lágrimilla de la noche que se transforma en fervor desmedido con un delicioso acústico de 'Blackbird' y su dedicatoria a Lennon con 'Here Today' al desnudo y con la voz tomada por la emoción. Para entonces mi compi y yo ya lloramos a moco tendido abrazadas como dos grupis sesenteras.
Mientras me repongo del sofocón en la barra aledaña y soy testigo de un desmayo con asistencia sanitaria suena mi favorita del último trabajo de sir Paul, 'Queenie Eye' y la que da título al álbum, 'New'. Celebro el regreso con mis compinches con 'The Fool On The Hill' y sobre todo con 'Lady Madona', la canción de los Beatles con la que más me identifico últimamente. Baja el ritmo con el tema compuesto a pachas con Rihanna y Kanye West, 'FourFiveSeconds' del que nos proyectan la letra conscientes de que no nos la vamos a saber. Pero en seguida recuperamos el nivel con 'Eleanor Rigby', la psicodelia del Sgt. Pepper's con 'Being For The Benefit Of Mr Kite!', y a llorar otra vez con 'Something' ¡al ukelele! (we love you, George). Con 'Ob-la-di Ob-la-dá' me desgañito por enésima vez y disfruto de 'Band On The Run' calladita por lo que pueda venir a continuación. Hago bien. Tras una anécdota de como al presentar 'Back in the USSR' en Rusia, los soviéticos les tranquilizaron diciendo que ellos aprendían inglés gracias a sus canciones. Bailo cuál poseída, y después me vuelvo a emocionar con 'Let it Be'. Para montaña rusa, esto.
Espectáculo de pirotecnia y despliegue de energía con 'Live And Let Die', carne de gallina y afonía definitiva con 'Hey Jude' y llorera descomunal con 'Yesterday' a coro por todos, incluido él y su guitarra... Tras el desmadre sentimental, suena 'Hi, Hi, Hi' de los Wings y con el rollito country llega el momento más histriónico de la noche: una pareja sube al escenario. Sabes que algo no va bien cuando ella lleva orejas de conejo en la cabeza, pero va a peor cuando él le pide matrimonio allí mismo. Por lo menos, por el flanco en el que yo estaba todos les gritamos que no se casen. Tocan 'Birthday', aprovecho para grabársela a un amiguete que cumple años (Felicidades, Efrén)... y constato que llevamos dos horas y media de concierto, pero que podría seguir bastante más. Pero no. Llega 'The End' precedido de 'Golden Slumbers' y 'Carry That Weight' como si fueran parte del mismo tema, y sabemos que se acabó, pero que la borrachera nos va a durar horas, días, meses... y el recuerdo lo que nos queda de vida. Porque sí. Porque hemos acompañado una noche de junio a un leyenda viva, al genio que cambió la historia de la música.
Sólo se te ha olvidado comentar el homenaje a Jimi Hendrix tocando Foxy Lady después de Let Me Roll It. Fue un conciertazo!! Y tienes razón: aún nos va a durar la borrachera de canciones unos días!!
ResponderEliminar¡Cierto! Un detalle muy chulo... pero es que no lo he contado todo: el ¿qué pasa, troncos?, el give peace a chance, el momento banderita española, el oeoeoeoé con él acompañando con la guitarra...
EliminarUn acontecimiento histórico. Sin duda :-)
Gracias por recordarnos ese momento, Isabel, que lo había borrado de mi mente :-)
EliminarMira que no llevarme de Dj antes de que saliera Paul... Conciertazo, en mi caso por tercera vez y fue de menos a más.
ResponderEliminarBesos.
Lo hablamos Carol y yo... que tú lo habrías hecho mejor ;-)
EliminarPor lo que tengo entendido, nunca es igual que la primera vez. Colo casi todo ;-)
Lo del 'artista invitado' tuvo mucha miga. MUCHA.
EliminarQué grande la crónica Isa, trasmites una parte de la emoción que os mantendrá la borrachera post conciertil unas semanas más ;)
ResponderEliminarVoy a darle la segunda escucha a esa playlist, que ya le di la primera el finde, y sus temas en solitario molan mucho! Como para ti, y seguro muchos más, también los cuatro "melenudos" son la banda sonora de mi infancia a pesar de no seguirles, ni tampoco en solitario. Aunque hay que admitir que este tipo es un gran compositor y, a tenor de la crónica, sigue en plena forma.
Fdo: Rutsy Anderson :P
Un placer tenerte por aquí, Rusty. Tienes que contarnos el secreto de tu pelazo :D
EliminarPor cierto, "Save us" me parece un temarraco!
EliminarPD: Para lo que mandéis, excepto ese secreto que se viene conmigo a la tumba :P
Qué puedo decir... aún sigo haciendo pucheros al escuchar 'Carry That Weight'... Fue una noche memorable, ¡de verdad no pensaba que me fuera a impresionar tanto el viejoven Paul! Sólo puedo repetir lo que he dicho tantas veces desde el jueves: ¡he visto a un puto Beatle! Casi que me voy a animar a tener hijos sólo para tener nietos a quienes contarles la batallita ;-)
ResponderEliminarMis ídolos musicales están ya casi todos muertos o son de edad avanzada. Siempre me quedará el pesar de no haber visto a Bowie (aunque fuera por causas del maldito azar). También el de no haber tenido 18 años en el Londres de los 60. Por eso este concierto ha sido lo más cerca de la beatlemanía que podía estar, y de verdad que ha merecido la pena. Le perdono hasta el 'Temporary Secretary' (lo de los panolis declarándose rodilla en tierra, no).
Tu crónica es personalísima, emocionante y muy fidedigna, y recoge perfectamente la sensación de borrachera emocional que creo todos llevamos encima desde hace días. ¡Ah, y gracias por la playlist, que va a rular unas cuantas semanas sin parar en mi reproductor! :-)