'Don't Wanna Go Out On The Weekend' (by Carol)

Chris Penney por los aires (foto: Facebook Private Function)

Qué cosas: cuando empecé a escribir estas líneas, parecía que estábamos en el interior de una olla exprés en su punto álgido de cocción. Y ahora, las leeréis tras uno de los peores temporales de los últimos años en España. Pero ¡eh!: negacionistas del cambio climático esiten. 

Caigo en la cuenta de que es la primera entrada que escribo este año estrictamente CBR, es decir, sobre canciones, la que se supone que es la razón de ser de este blog. Debería darme vergüenza, y sí, me da. Echémosle su poquico de culpa a mi gandulería innata, aunque en mi descargo he de decir que 2023 está siendo un año de lo más intenso y atareado (¡y divertido también!), en el que tanto mi comadre Isa como yo hemos dedicado gran parte de nuestro tiempo libre a hablar de nuestro libro allá donde nos han querido escuchar. ¡Cómo! ¿Que todavía no has leído Canciones de buen rollo? Bueno, eso es más fácil de solucionar que lo de la castástrofe climática: pídelo en tu biblioteca más cercana o cómpralo en tu librería favorita. ¡Nos harás muy felices!

A lo que iba: que ya tenía ganas de daros un poco la chapa musical. Y es que este verano han llegado a mis oídos un montón de grupos que no conocía, garajeros mayormente, que quería compartir con nuestros fieles lectores. Entre ellos, el gran descubrimiento (aunque seguro que muchos ya sabíais de su existencia) han sido los australianos Private Function, combo punkarra totalmente asalvajado que no podéis dejar de ver en directo si se cruza en vuestro camino. ¡Vais a alucinar con estos bestiajos!

Este gran hallazgo se lo debo al Espinafest, tremebundo festival de rocanrol, ideado por la gente de Chopper Monster, que lleva dos años poniendo patas arriba el pueblo berciano de Vega de Espinareda. En general, soy reacia a los festivales. Soy una señora de mediana edad —a mucha honra— y no me atrae en absoluto la idea de pasarme varios días maldurmiendo, malcomiendo, malmeando en baños infectos y, encima, pagando un riñón por todo ello. También me revienta ir corriendo de concierto a concierto y que estos no duren lo que tienen que durar. Soy de bolo de una única banda, con teloneros y ya, y en salas pequeñas a ser posible. Pero hay grandes excepciones, como mi añorado Black is Back y ahora el Espinafest, un festi más que manejable, que nos permite disfrutar en una pequeña población (¡y gratis, además!) de un puñado de bandas de rock bestiales, con un cartel que nada tiene que ver con el sota, caballo y rey del 95% de las macrocitas musicales que proliferan hoy en España. 

Ya el año pasado os hablaba del gran concierto de Freddie Dilevi en este mismo foro, y el cartel de 2023 no defraudó en absoluto. Bolazos de Los Chicos, que repetían en el festival, Kate Clover, Thee Braindrops, The Jackets, Los Pólipos, Pájaro, Jabatos, Las Aspiradoras y otros cuantos. Pero lo de Private Function fue la locura absoluta, nos pusieron a todos del revés y a sudar como gorrinos... Claro que ni la mitad que la propia banda, que no paró de dar botes y arrastrarse por el escenario y... claro, no podía acabar la cosa sin un poco de stage diving por parte del cantante, Chris Penney, una bestiaparda con la que todos querríamos irnos de farra (bueno, tal vez no...). 

Total, que en las últimas semanas me he dedicado a escarbar en la discografía de estos chavales de las antípodas y especialmente en su último álbum, de título desconcertante: "370HSSV 0773H". Habría apostado porque era ese código que aparece en las fotos de fichaje policial, pero no: indagando por ahí, resulta que, leído al revés, lo que dice en realidad es "Hello Asshole" (Hola, gilipollas). Para que veáis su singular sentido del humor, la cubierta del álbum es un juego de rasca y gana y, según anunciaron en su Instagram, un afortunado fan se llevó el premio correspondiente a conseguir tres bananas en línea. 

Este álbum impronunciable a priori es una colección de contundentes pildorazos punkarras. Molan todos, aunque por razones arbitrarias e indefinibles (a lo mejor porque es la que tiene un estribillo más recordable), la que llevo canturreando durante días es "Don't Wanna Go Out On The Weekend" (No quiero salir el fin de semana). ¡Imposible sacármela de la cocorota! Hala, ahí os paso el legado para que no seáis capaces de escuchar otra cosa tampoco vosotros:

   

Empezaba diciendo que esta banda es carne de directo y que gana enteros sobre un escenario. Para que veáis que no miento, concluyo con uno de los momentos estelares de su concierto en el Espinafest (¡gracias a quien ha tenido a bien colgarlo entero!): su inenarrable versión del "Yellow" de Coldplay, que obviamente supera con creces el original. ¿Es o no?