Pocas veces se da la circunstancia de un espectáculo en Madrid, a 35 pavos la entrada, en plen finde y en el mismísimo Wizink de Goya. Factores muy golosos que animaron a doce mil personas pertrechadas para el baile y el disfrute, con cuerpo de jarana y ganas de diversión, sin complejos y sin análisis metódicos que hicieran decaer el ánimo.
Un popurrí de personajes propios de la cultura subnopop que colmó el hambre de fiesta de los asistentes, ataviados (muchos) con excedentes rescatados de la bolsas de cotillón que todo españolito (me incluyo) conserva en casa. Los que dieron a la noche ese barniz de Nochevieja juerguista y frívola no se equivocaron de parafernalia, pues la noche festiva cumplió.
Como en un gran karaoke gigante, se celebró este fiestón ibérico de la contraculturalidad más delirante y divertida en la que la calidad de las interpretaciones y su ejecución eran lo de menos. Aquí la gente quería mandanga de la buena, cameos cuquis y pedorros, barcas hinchables que cruzaban la pista con los protagonistas navegando sobre un mar de palmas y excesos varios, así ocurrió.
Sus canciones fueron acompañadas por personajes propios del imaginario televisivo petardo y fiestero del momento: Ernesto Sevilla, Yolanda Ramos (en un topless literal), Boris Izaguirre, Loles León, Tino de Parchís, Lorena Castell o Rociíto que intentó (sin acierto) cantar 'Como una ola', la conocida canción de su madre. Cabe destacar la aparición de la diosa Ana Belén, madrina de la conocida versión subnopop de 'Agapimú', que tuvo que interpretar en play back por su afonía.
Todo parecía acorde a la gran fiesta hortera y divertida que se produjo ¿Hay algo más surrealista y festivo, que ver a Ana Belén cantando en playback la mítica 'Agapimú' con todo un Wizink Center botando al unísono en 2022? Creo que no.
La juerga ibérico/queer se prolongó hasta las dos horas con guiños a los 80 y los 90 más surrealistas, animados por los videoclips más bochornosos y fascinantes de nuestra juventud. De Alex Ubago a Comando G se sucedieron los rotundos coros de las doce mil personas que, incomprensiblemente para muchos puristas, llenaron un palacio que parecía reservado a los gurús de la heterodoxia musical, porque Ojete Calor no ofrece espectáculo para sesudos y puretas, es un movimiento hortera y desenfadado que no requiere juicios de valor previo, es simple divertimento coral y ganas de esparcimiento en un mundo lleno de noticias deprimentes y angustiosas, nos falta humor y ellos nos lo ofrecen desde el desenfado y la frivolidad, algo que también necesita el alma. Ni más ni menos.
OJETE CALOR
CARLOS ARECES - ANIBAL GÓMEZ E INVITADOS
WIZINK CENTER
MADRID, 12/11/22
SETLIST
Debió de ser un despiporre...¡muy bien contado, my friend! El próximo no me lo pierdo.
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