'Why I Sing the Blues' (by Carol)

B.B. King (foto: Heinrich Klaffs - Wikimedia Commons)

Una de las experiencias más alucinantes e inspiradoras que he vivido en los últimos meses en un cine ha llegado de la mano de Summer of Soul, el superlativo documental en torno al Harlem Cultural Festival, un encuentro de los grandes figurones de la música negra del momento (menos Jimi Hendrix, que estaba en Woodstock) que se celebró durante varios domingos de 1969 en ese barrio neoyorkino. Imaginaos ver en directo a B.B. King, Nina Simone, Stevie Wonder, The 5th Dimension, Sly and the Family Stone y otros tantos de ese nivel... ¡y además gratis!

El músico Questlove ha recuperado horas y horas de un material que, hasta ahora, dormía el sueño de los justos en un cajón, con el que ha montado una cinta que te deja KO. Una pasada que se disfruta a varios niveles: si solo como documental musical es ya potentísimo, también es apasionante (y muy pertinente) el enfoque político y social, cómo muestra el momento de efervescencia cultural de la comunidad afroamericana en paralelo al movimiento por sus derechos civiles y la reivindicación de sus raíces incluso a través de la moda. 

Total: que si queda alguien por aquí que aún no lo haya visto, ¡tiene que verlo YA!

El tráiler oficial ya da una idea de la barbaridad que te vas a encontrar: 

Con semejante menú, salí del cine con la cabeza llena de música y maldiciendo mi incapacidad de tocar ni un puñetero instrumento ni de cantar ni de montar semejante macrofestival. Así que no me ha quedado otra que limitarme a escribir en este nuestro modesto blog sobre alguna de las muchas canciones de la peli que me volaron la cabeza. Y ojo, no ha sido tarea fácil quedarme con una.

¿Y por qué 'Why I Sing The Blues', diréis? Pues porque es un temarraco de esos que te hacen bailar hasta en la butaca; que te pegan un chute de energía tremendo, aunque en realidad hablan de grandes tristezas y miserias de la vida. Y porque el bueno de B.B. King no había aparecido aún por este blog y ya iba siendo hora.

Con esa guitarra hechizante de King, es imposible escuchar 'Why I Sing The Blues' y quedarte quieta. Los pies se te van solos. ¡Tremenda! 

Y sin embargo... escuchas la letra y se te cae el alma a los pies. "¿Queréis saber por qué canto blues? Pues sentaos, que os vais a cagar". El blues le supura por las heridas de los latigazos recibidos en el barco de esclavos; nace entre la humedad y la mugre del gueto, en su vagabundear descalzo por los suburbios de una ciudad en la que no hay nada para él. Es el lamento de los perdedores y los parias. No en vano los esclavos arrancados de África cantaban para sanar la tristeza y el hambre y la soledad. Y doy fe de que esta canción lo consigue. 

Atención al Rey del Blues dándolo todo en un concierto en Kinshasa en el 74, en la República Democrática del Congo (entonces Zaire), sudando a chorros y rodeado de unos musicazos para caerse de espaldas: 

A un gran tema, grandes versiones que no desmerecen nada del original. Me flipa la de Ike y la gran Tina Turner, que de sufrimiento también sabía un rato:

También Aretha Franklin hizo suya 'Why I Sing The Blues'. Os dejo con su magnífico vozarrón: