'One Fine Day' (by Carol)

Ésta ha sido una semana de mujeres peleonas, aunque de muy distinto pelaje y catadura moral. Al cierre de estas líneas, parece que la honestidad ha prevalecido sobre la inmundicia, para variar, así que es también una semana de celebración. Qué mejor para la ocasión que un CBR de grupos de chicas de los 60 titulado ‘One Fine Day’.

Nada me pone de tan buen humor como esas pequeñas maravillas de pop naif. Me fascina todo de los girl groups: esos nombres tan sonoros que se buscaban (seguramente inspirándose unos en otros: The Supremes, The Shirelles, The Ronettes...), la estética, las voces increíbles. Y sobre todo, esas canciones de producción impecable que capturaban la esencia del pop en poco más de dos minutos. Bien es cierto que las letras hablaban sobre todo amor y desamor adolescente. ¡Pero es que la mayor parte de las integrantes de las bandas eran adolescentes! Éste era el caso de The Shirelles, por ejemplo, o de nuestro grupo de hoy, The Chiffons, formado por tres chiquilinas de 14 años (luego se añadiría una cuarta) de un high school del Bronx . Faltaban unos cuantos años para ver a una mujer sola tocando una guitarra sobre un escenario, y aun muchos más para que esa guitarra fuera eléctrica.

Pero aunque no eran precisamente riot grrrls, les tocó pelear lo suyo. Eran mujeres, casi niñas, en un mundo de hombres y en una industria eminentemente masculina (ya veis que en esto no hemos avanzado demasiado). Muchas integrantes de estas bandas han relatado la explotación que sufrían por parte de las discográficas, que no tenían escrúpulo alguno a la hora de quedarse con los royalties de estas criaturas llenas de ilusión por grabar un disco. A estos obstáculos se unía otro aún más serio: gran parte de los girl groups estaban formados por chicas negras en los Estados Unidos de los 60. En pleno segregacionismo, estaban literalmente vetadas en muchos locales en los que se les impedía tocar y también en programas de televisión. Las discográficas apenas invertían un penique en promocionar su imagen. Si queréis profundizar en el tema, os recomiendo este interesantísimo podcast de BBC Radio 4.

Sin embargo, nada de esta realidad poco grata se deja traslucir en temas como ‘One Fine Day’, que te contagia felicidad desde que empieza a sonar el ultraconocido riff de piano y el “shoo be doo be doo wop”. Ya os veo mover la cabeza y los pies al compás disimuladamente en la oficina, ya…

Esta infecciosísima melodía se la debemos al combo “fábrica de jitazos” Carole King-Jerry Goffin, quienes la compusieron en 1963 para la cantante Little Eva, que era además su niñera. El caso es que la pareja no terminó de encontrarle el punto a la canción y terminó pasándosela al grupo vocal de doo-wop The Tokens, quienes produjeron la versión definitiva grabada por The Chiffons. King (autora del riff de piano, por cierto) incorporó la canción a su repertorio cuando, años más tarde, dejó de ser solo compositora para otros y se lanzó a interpretar sus propios temas. Pero yo, la verdad, me sigo quedando con la de las cuatro chicas del Bronx.

La letra habla del tema recurrente del pop de la época: l'amour. En este caso, chicas esperando a que el hombre de su vida se dé cuenta de que ella es la única y verdadera. Al final el amor triunfará y el chico, un poco picaflor y comeorejas, cambiará y solo tendrá ojos para ella y… Bueno, todo eso que los anglosajones definen a la perfección con el término “bullshit”. Pero como no todo va a ser siempre dar caña, limitémonos a pincharla una y otra vez y a bailar como descosidos.

Termino recordando que este temarraco aparece en uno de mis episodios favoritos de Los Simpson, en el que Bart se hace “aprendiz” de mafioso. Afinad el oído hacia el minuto 07:30. La frikada de ponerlo en ruso no ha sido voluntaria, es que fue el primero que encontré disponible. Y de paso vais practicando para cuando lleguen los soviets.