Incombustibles dinosaurios del rock |
Seguro que ya habréis leído en todas partes el setlist y los detalles de los conciertos, mismamente en esta estupenda y divertida crónica de David Saavedra para El Mundo, o en la sentida visión de fan fatal de David Gallardo, con chulísimas fotos de Patricia Cano. Así que os vamos a contar lo que para nosotras fue lo mejor y lo peor:
LO PEOR
- El precio de las entradas. Aunque seis meses después de la compra ya no duele casi.
- El cacheo concienzudo a los chicos en la entrada, un pelín excesivo.
- Los escandalosos precios de las cervezas (bueno, como en todos los conciertos).
- Los cuernos de lucecitas. Tremendous.
- La ausencia forzosa de Malcolm Young, snif…
- Las espaldas sudorosas desnudas que se rebozan contra ti (y no, no tiene el menor matiz erótico, como sabréis si lo habéis vivido).
- La vaca marina que teníamos detrás, que aparte de deleitarnos con unos cuantos esputos lanzados peligrosamente cerca de nuestras zapatillas, decidió abrirse paso hacia adelante con el impulso de su descomunal barriga de alemán tras 100 Oktoberfest. Desde aquí te deseamos que alguien te diera la patada en los güevos que estabas pidiendo a gritos. Pero sin rencores, ¿eh?
- La aglomeración tremenda en la pista durante los primeros 15 minutos. Qué narices: tener que admitir que ya estamos mayores para conciertos masivos. Ay.
LO MEJOR
- Una de cal y otra de arena: la experiencia colectiva de 55.000 personas berreando y saltando todas a la vez. Con la energía que produjimos podría proveerse de electricidad a toda la Comunidad de Madrid durante una semana. Aún nos pitan los oídos con los coros de 'TNT'.
- Ver a gente de todas las edades, incluso a niños, pasándoselo canica: relevo generacional asegurado. ¡El rock and roll está aquí para quedarse y contrarrestar la mediocridad musical que nos amenaza!
- Angus Young y Brian Johnson dándolo todo, con sus bailecicos, sus paseíllos por la pasarela para acercarse al público, sus solos, sus pataleos en el suelo… en fin, toda la parafernalia habitual, aguantando dos horas de espectáculo en admirable forma física y sudando la gota gorda.
- El sonido y los efectos visuales, desde los fuegos artificiales y las proyecciones hasta el atrezzo en ‘Hells Bells’, ‘TNT’ o ‘Whole Lotta Rosie’. Un auténtico show. Aunque solo con las canciones habría sido más que suficiente.
- El repertorio: jitazo tras jitazo. Sin sorpresas, pero nadie esperaba otra cosa. Particularmente me quedo con los momentos ‘Let There Be Rock’, ‘You Shook Me All Night Long’, ‘Whole Lotta Rosie’ y, por supuesto, la histeria colectiva de ‘Thunderstruck’ (aunque alguno sostiene que Angus se equivocó en el punteo ;-)
- Descubrir el endiablado, añejo y negro r’n’r’ – soul (de los de verdad) de Vintage Trouble. Que un grupo legendario elija para telonearles a una banda no muy conocida (al menos en España) y que bebe del rock and roll más primigenio y seminal es un punto más a sumar en la lista de cosas por las que AC/DC molan. El frontman, al más puro estilo “jamesbrownista”, puso a bailar a todo el personal metalero, se lanzó al público y aseguró que había sido “el mejor orgasmo de su vida”. Aquí tenéis a estos figuras, para mí una banda a seguir desde ya. Por cierto, diría que el traje que lleva en el vídeo es el que lucía en el concierto, con los 30 y pico graditos madrileños…
- En resumen: la sensación flipante de estar viendo a una de las más grandísimas bandas de rock vivas, un poco como si lo estuvieras soñando. “¡Que es AC/DC, copón!”.
Os dejamos con la historia de esta mujer “no exactamente bonita ni pequeña”. El vídeo no es de la gira Rock or Bust, pero el atrezzo era muy similar y nos apetecía poner un vídeo donde se viera y escuchara fetén.
Bonus track: por alguna razón que no podemos comprender, alguien se tomó la molestia de grabar el concierto completo del día 31 en el Calderón. Aquí os lo dejamos también, por si queréis revivir el que ha sido sin duda el bolazo del año.
Que no se le olvide a nadie, AC/DC es rock and roll. Besos.
ResponderEliminar¡Ciertamente! ¡Puro rock and roll!
EliminarNo te vimos, Savoy ;-)
Enormous! Gigantes! Y no hablo de los atributos de Rosie ;)
ResponderEliminarPuro rock and roll, añejo y de calidad. De hecho, para mí, aunque efectivamente llevan parafernalia (incluidos los fuegos artificiales), la esencia del concierto sigue siendo la música que en ningún momento se ve tapada por el atrezzo, reducido a simple espectáculo.
Muy acertada la elección de los agradecidos teloneros, a ver cuando vuelven como cabeza de cartel. Por cierto, también salieron de gira con los Rolling, según pone en su web.
Aún me pitan los oídos (y me duele la garganta) por la unión de 55000 voces gritando T.N.T., IMPRESIONANTE
Por cierto, no he podido evitar ver el vídeo que has sacado en tu gran crónica de los Vintage... estaba pensando que el escenario se les queda pequeño para encapsular tanta energía... hasta que se sube a una butaca :-)
EliminarCómo mola la Rosie gigante, ¿eh? ;-)
EliminarCoincido totalmente contigo: la fanfarria es meramente accesoria, el espectáculo sería igual de grande simplemente tocando. Ahí se ven las tablas de una banda, pateándose la carretera durante años.
¡Me declaro ultrafán de Vintage Trouble y espero volver a verles en un concierto propio muy pronto! Seguramente ocurrirá, porque qué mejor forma de darte a conocer que ser telonero de esta gente.
¡Genial!
ResponderEliminarMe ha encantado la crónica, muy cercana y gráfica.
Besos.
¡Gracias! Es informal y sin pretensiones. Solo quería mostrar lo bien que me lo pasé :-)
EliminarLo dije en el blog trufero , debio ser magistral .
ResponderEliminar¡Lo fue, sí señor!
EliminarJajaja vaca marina , esputos , ja ja ja ja .
ResponderEliminarReal como la vida misma :P
Eliminar¡Gran crónica, compi! Hay cosas que se analizan mejor una semana después y no en plena resaca efervescente ;)
ResponderEliminarDebió de ser apoteósico... espero tener la oportunidad de disfrutarles aún. En pista, a pesar de las espaldas sudorosas (¿y peludas?)
Ay... qué sacrificios se hacen por los hijos.
¡Graciaaaas! La verdad es que sin ti no fue lo mismo, ya lo sabes, pero algo me dice que volverán justo a tiempo para que Gael y Lola puedan acompañarte :-)
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