Hoy en Canciones de Buen Rollo abordamos un problema que sigue de candente actualidad: los deseos vehementes de matar al diyei, o como poco, maniatarle y amordazarle. ¿Quién no ha sentido esos instintos asesinos alguna vez? ¿Qué hacer con ellos? ¿Debería despenalizarse, o al menos considerarse como atenuante que su basura sónica esté causando daños irreparables a tu oído y arruinando tu noche?
Bien, The Smiths dieron con la solución allá por 1986. Simplemente, ahorca al DJ. Y listo.
‘Panic’ ha sido siempre una de mis canciones favoritas de The Smiths. Tiene toda la mala leche marca Morrissey, pero sin la tristeza y la melancolía que destilan gran parte de los temas de los de Manchester. Hace mucho que no la escucho por ahí, pero sí era habitual en un par de garitos que visitaba con asiduidad hace muchas, muchas noches, y era un llenapistas infalible. Berrear “hang the DJ!” con el puño en alto siempre era motivador. De hecho estuve incluso a punto de vivir un gran momento metamusical cuando la ex novia de mi ex mejor amigo fue a pedirle la canción a la "DJ residente" de un afamado club que siempre me pareció pretencioso e infecto, y ella se negó. Nos costó lo nuestro evitar que le hiciera tragar su colección de cedés. Era buena muchacha, aunque un pelín irritable…
Publicada como cara A de single -no álbum- en 1986 (con la corrosiva ‘Vicar in a Tutu’ en la cara B), ‘Panic’ es un gran ejemplo de cómo funcionaba la magia entre Moz y el guitarrista y compositor Johnnie Marr. Cuenta la leyenda que ambos estaban escuchando consternados en la BBC Radio 1 la crónica del desastre nuclear de Chernobyl; inmediatamente después de emitirse la noticia, el pinchadiscos (qué viejuna suena esa palabra ahora), Steve Wright, puso una canción de Wham!, ‘I’m your Man’... que desde luego no parecía la más indicada para el momento. Marr, indignado, pronunció una frase que luego sería una de las mejores líneas de la canción: “¿Qué coño tiene esto que ver con las vidas de la gente???”. El genio compositivo de ambos convirtió ‘Panic’ en una ácida diatriba contra la banalidad de un determinado pop de discoteca sembrando el pánico en las calles del Reino Unido. Luego hubo quien lo malinterpretó como un ataque racista contra la música negra y blablabla.
Si The Smiths fueron grandes por sus letras y sus melodías, no menos importancia tuvo la figura de Morrissey como icono. De acuerdo, es un borde, un megalómano y un brasas con el tema del vegetarianismo, pero también es un genio y un tipo inteligentísimo y con una actitud increíble. Mirad qué forma de bailar, de mover el micrófono, incluso de ir descamisado… en fin, un figura que siempre da espectáculo. Me encanta este vídeo, me encantan los dos flipaos del público y la tía de primera fila que se parece a Lady Di, y soy fan de ese colegial tan riquiño que hace los coros y toca la guitarra de mentiras (no sé quién puede ser esa afortunada criatura; imaginad: “Yo salí al escenario con los Smiths cuando era pequeño”. La leche).
No puedo terminar este texto sin recordar que llevamos 12 tristes días sin Lou Reed, a quien Moz dedicó unas muy cariñosas palabras en su web oficiosa, True to You. Musicalmente (y para mí personalmente, también) ha sido la peor noticia de este año. Mi eterna gratitud a todos esos diyeis con suficiente buen gusto como para saber cómo y cuándo pinchar sus canciones. Afortunadamente, hay también muchos a los que amar.
Bien, The Smiths dieron con la solución allá por 1986. Simplemente, ahorca al DJ. Y listo.
‘Panic’ ha sido siempre una de mis canciones favoritas de The Smiths. Tiene toda la mala leche marca Morrissey, pero sin la tristeza y la melancolía que destilan gran parte de los temas de los de Manchester. Hace mucho que no la escucho por ahí, pero sí era habitual en un par de garitos que visitaba con asiduidad hace muchas, muchas noches, y era un llenapistas infalible. Berrear “hang the DJ!” con el puño en alto siempre era motivador. De hecho estuve incluso a punto de vivir un gran momento metamusical cuando la ex novia de mi ex mejor amigo fue a pedirle la canción a la "DJ residente" de un afamado club que siempre me pareció pretencioso e infecto, y ella se negó. Nos costó lo nuestro evitar que le hiciera tragar su colección de cedés. Era buena muchacha, aunque un pelín irritable…
Publicada como cara A de single -no álbum- en 1986 (con la corrosiva ‘Vicar in a Tutu’ en la cara B), ‘Panic’ es un gran ejemplo de cómo funcionaba la magia entre Moz y el guitarrista y compositor Johnnie Marr. Cuenta la leyenda que ambos estaban escuchando consternados en la BBC Radio 1 la crónica del desastre nuclear de Chernobyl; inmediatamente después de emitirse la noticia, el pinchadiscos (qué viejuna suena esa palabra ahora), Steve Wright, puso una canción de Wham!, ‘I’m your Man’... que desde luego no parecía la más indicada para el momento. Marr, indignado, pronunció una frase que luego sería una de las mejores líneas de la canción: “¿Qué coño tiene esto que ver con las vidas de la gente???”. El genio compositivo de ambos convirtió ‘Panic’ en una ácida diatriba contra la banalidad de un determinado pop de discoteca sembrando el pánico en las calles del Reino Unido. Luego hubo quien lo malinterpretó como un ataque racista contra la música negra y blablabla.
Si The Smiths fueron grandes por sus letras y sus melodías, no menos importancia tuvo la figura de Morrissey como icono. De acuerdo, es un borde, un megalómano y un brasas con el tema del vegetarianismo, pero también es un genio y un tipo inteligentísimo y con una actitud increíble. Mirad qué forma de bailar, de mover el micrófono, incluso de ir descamisado… en fin, un figura que siempre da espectáculo. Me encanta este vídeo, me encantan los dos flipaos del público y la tía de primera fila que se parece a Lady Di, y soy fan de ese colegial tan riquiño que hace los coros y toca la guitarra de mentiras (no sé quién puede ser esa afortunada criatura; imaginad: “Yo salí al escenario con los Smiths cuando era pequeño”. La leche).
No puedo terminar este texto sin recordar que llevamos 12 tristes días sin Lou Reed, a quien Moz dedicó unas muy cariñosas palabras en su web oficiosa, True to You. Musicalmente (y para mí personalmente, también) ha sido la peor noticia de este año. Mi eterna gratitud a todos esos diyeis con suficiente buen gusto como para saber cómo y cuándo pinchar sus canciones. Afortunadamente, hay también muchos a los que amar.
- Que te parece la ejecucion de este DJ?
ResponderEliminar- Hombre tanto como eso... pero un par de hostias bien dadas...
(sabreis disculparme, es que me ha costado llegar al viernes)
Jajajaja... Te veo muy comedido :D
EliminarThe Smiths tienen temazos inconmensurables, aunque bien es verdad que la etiqueta de buenrollero es difícil de aplicar a la mayor parte de su discografía.
ResponderEliminarEl coreo de Hang the DJ es una excepción en la vertiente más salvaje y homicida del buenrollismo. Muy saludable y muy recomendable para vivirla entre cervezas y amigos.
Sí, es cierto que siempre tiraron más por la vena melancólica, pero tienen unas cuantas bastante potentes. De hecho dudaba entre escribir sobre ésta, 'Bigmouth Strikes Again' (muy apropiada ahora que llega a las librerías la segunda parte de las memorias de Josemari Aznar), 'What Difference Does It Make?' o 'Stop Me If You Think You've Heard This One Before'.
Eliminar¡Viva el buenrollismo homicida, pues! ;-)
Coincido muy mucho en las razones por la predilección hacia este temazo de los Smiths y tengo ganas de corearlo en un bar ya de ya... ;)
ResponderEliminar¡Bienvenido, Ernestolandia! ¡Es justo y necesario corear esto en los bares inmediatamente! :-)
Eliminar"...Hang the DJ...Hang the DJ...Hang the DJ..." Hay mucho pinchadiscos gilipollas...incluso en tu pueblo ;)
ResponderEliminarSobre todo en mi pueblo :D
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