Escribo esta entrada en un día un poco triste. Tony Soprano ya nunca volverá al Bada Bing!, y tengo en la cabeza a varios amigos que lo están pasando mal por diversas circunstancias. Había previsto otra canción, pero creo que hoy necesitamos algo muy cañero para espantar la tristeza y la mala suerte. Así que vamos a meternos un pildorazo de Little Richard, que nunca falla.
De entre todos los dioses del Rock and Roll primigenio, Richard Wayne Penniman es uno de mis favoritos. Salvaje, provocador, divertido, estrafalario; gay (aunque luego renegara de su condición), negro y pobre en los Estates de los años 50; expulsado de la casa familiar por su muy religioso padre –que, por otra parte, era destilador ilegal de whisky-, para quien el comportamiento del chaval era inaceptable... De este figura sólo podían nacer temas tremendísimos como ‘Good Golly Miss Molly’, ‘Lucille’, el celebérrimo ‘Tutti Frutti’ (sin bromas: me acabo de enterar de que cuando aúlla “Auanbabuluba-balambabu”, lo que está diciendo es “A Whop Bop a Lua, a Whop Bam Boom”. ¡Vengaaa, que vosotros tampoco lo sabíais!), o el que hoy nos ocupa, ‘The Girl Can’t Help It’. ¡Suban los altavoces, que nos vamos!
Compuesta por Bobby Troup en 1956, ‘The Girl Can’t Help It’ formaba parte de la banda sonora de la película homónima protagonizada por la atómica Jayne Mansfield y por Tom Ewell, que daba muy bien el tipo de bobalicón rodeado de pibones.
Ya veis que la Mansfield lograba que hasta el hielo se derritiera a su paso y que los hombres perdieran la cabeza, tal y como se dice en la canción… aunque personalmente me parece un poco vulgar en relación a otras bellezas del momento, como Marilyn o la Loren; no digamos ya si la comparamos con la clase de Lauren Bacall… Bueno, supongo que aquí habrá muchos/as que no estén de acuerdo: espero vuestros comentarios.
Como este corte nunca lo suelen incluir en esos recopilatorios de grandes jitazos del R’N’R, que significaron mis primeros escarceos con Little Richard, sólo lo conocí cuando vi esa maravilla trash llamada Pink Flamingos. De la primera vez en realidad no me acuerdo, porque era muy chiquilina y probablemente no entendí gran cosa. El segundo visionado, sin embargo, fue hace un par de años en pantalla grande: ¡lujo asiático! Además de partirme la caja, salí fascinada por la peli y sin poderme quitar la canción de la cabeza en una semana. ¡No me digáis que Divine no mola más que la Mansfield, por favor!
Little Richard ha inspirado a tantos músicos (en un alarde de modestia él mismo se autodenominó “el arquitecto del Rock and Roll”) que no es de extrañar que existan innumerables versiones de ‘The girl…' de bandas de tanto relumbrón como The Animals, Led Zeppelin, Babes in Toyland, mi admirado Mick Ronson o The Flamin’ Groovies. De todas, ésta es mi versión favorita. Ahí os la dejo. Consejo CBR para el fin de semana: ¡cuidaos de las mujeres y los hombres de rompe y rasga, que tienen mucho peligro! Luego no digáis que no os lo advertí.
Momentazos: chorrazo del lechero y meadita de Divine!! espectacular
ResponderEliminarJajjaaaa... desde luego que sí, Anónimo. Me encanta el contraste de la meada de Divine con esos "símbolos" tan "poco evidentes" de la otra película ;-)
ResponderEliminarHe descubierto de sonde sacaron los de Escridiscos el logo!
ResponderEliminarAuambabuluba!
Viva Little Richards y sus grititos!!!!
¡Cierto! ¡Cuántas bolsas de ésas tenía yo antes por casa! (hace tiempo que no les compro, la verdad...).
EliminarQue decir, menudo compendio de frikis geniales has reunido (en el buen sentido), empezando por el grandísimo Richard Wayne Penniman (Little Richard), homosexual y excéntrico, con anécdotas que me guardo para un post (de esas que no encuentras en la wiskipedia), luego la malograda Playmate rubia platino cuyo futuro como actriz posiblemente hubiese sido dudoso, y finalmente la monumental Divine (Harris Glenn Milstead) y John Waters, menudo tandem hacían, yo disfrutaba muchísimo con sus paranoias (no sé por que en los USA comparan a Almodovar con Waters, si bien eran trasgresores, no utilizaron el mismo lenguaje cinematográfico)...por cierto la versión de los Zepp es dificililla de encontrar. Un placer inmenso!
ResponderEliminarAh, y si bien Little Richard era único, y un padre indiscutible del R&R, referente para muchísimos artistas, no puedo dejar de mencionar a su"mentor", el músico en quien se inspiró para crear su "personaje", uno de los primeros en interpretar ese sonido conocido como rock'n'roll, de extravagante aspecto, maquillado y con enorme peluca, cuya carrera fue eclipsada por otros artistas de mayor talento, con un triste final, prostituido en clubs gays, enganchado y enfermo de Sida, un personaje a recuperar, Eskew Reeder, mas conocido como Esquerita!....un día os lo cuento con detall...
Eliminar¡Espero con impaciencia ese post con anécdotas secretas! Desde luego, cada uno era genial en su frikismo particular, sí.
EliminarDiría que el primer Almodóvar era bastante deudor de Waters (recordemos la escena del moco en Pepi, Lucy, Bom...). Luego fue por derroteros bastante distintos, pero supongo que en Estados Unidos ambos son difíciles de asimilar por las mentes bienpensantes.
¡Tremendísimo tema! Esto es rock and roll primigenio y puro, sí señora :-)
ResponderEliminarDesde luego que el Pequeño Ricardo supuso un antes y un después en todo este tinglado de la música contemporánea... He flipado tanto con la escena de la Mansfield como con el traveling acabado en meada de Divine (el nombre le va que ni pintado). No las conocía a ninguna de las dos y mira que yo soy muy de las curvas rollo Jessica Rabbit.
Por cierto, ya sé donde se inspiró el Grease Lightning...
Jijiji, debería haber patentado el peinado :-P
EliminarEs muuuy grande Divine (en todos los sentidos). Aunque la escena de Pink Flamingos que todo el mundo recuerda es la de la caca de perro (ejem...), a mí ésta me parece genial.