DIEZ AÑOS DE CBR

viernes, 30 de noviembre de 2012

Lonely Boy (by Carol)

Me da igual que todo el mundo hable de ellos y que sea poco original. Me da igual que sean mainstream o un hype que se vaya a desinflar en cuatro días (que no lo creo). No me importa si son de Akron – Ohio o de Villalibre de la Jurisdicción (el pueblo más chungo ever) – El Bierzo. Me trae al fresco que sean feos o guapos, que vistan así o asá, que hace dos años no los conociera ni Pirri y ahora babeemos con The Black Keys como borregos. Acepto ser borrega (en este caso concreto y sin que sirva de precedente).

Lo que me importa es el sudor. El sudor en el escenario, bajo los focos, cuando la banda está echando el resto frente al público. El sudor en las palmas de las manos mientras esperas la cola que no se acaba, al escuchar que empiezan a tocar y tú aún estás fuera, o entre canción y canción, impaciente por saber cuál será la próxima. Quiero el sudor de los conciertos, el sonido sucio, el público enardecido y en pie. “Si no sudas, es que no lo estás haciendo bien”, que dice la Sandford Alligator Band. O en otras palabras: “Sólo me importa de verdad que a ti te importe el Rock’n Roll” (Espanto dixit). Por mucho que Dan Auerbach diga que “me importa una mierda el rock and roll: sólo me interesa la buena música, independientemente del género”. Al margen de etiquetas, modas y mierdecillas varias, y aceptando que hubiera una parte del público que estaba allí por figurar y tal, lo que hervía anteanoche en el Palacio de los Deportes de Madrid era auténtico Rock and Roll.

Ya sé que no han inventado nada, eso está fuera de discusión. Pero qué influencias tan bien asimiladas... Qué sonido más cañero...

No quiero repetir lo que ya está dicho en nosecuántas crónicas (por cierto, otorgo a este titular, vía Efe, el premio al más bobalicón del año). Sólo os diré que yo me lo pasé canica, que canté en guachiguachi a pleno pulmón y berreé muchos “oh-oh-oh-oooohs” con los tipos que tenía al lado, a los que no conocía de nada (¡viva la camaradería conciertil!), y que lo único malo que puedo decir es que hora y media de concierto no nos dio ni para empezar. Queridos Dan y Pat: id a ver a Leonard Cohen, o a The Cure, o a Springsteen; aprended lo que es un bolazo de tres o cuatro horas y luego volved por aquí rápidamente, por favor.

Y bueno, sí, 'Lonely Boy' es la canción más manida de todo su repertorio y tienen muchas otras brutales que podría haber elegido… pero qué queréis que os diga: es lo más infeccioso que he escuchado en todo el año que lleva el disco en la calle. La pinchan en cualquier parte y se desencadena un efecto como de droga disuelta furtivamente en el ponche de una fiesta de instituto yanki: se nos empiezan a mover las piernas y los brazos sin control y acaba todo dios bailando enloquecido como si fuera el último día de su vida. Si eso no es magia, a ver qué es.

No puedo dejar de incluir el vídeo original, porque aporta matices musicales que se pierden en el directo, porque me encanta la idea ¡y porque el paisa bailarín me parece lo más grande! Hala, un bis.


The Black Keys - Lonely Boy from wbrdigital on Vimeo.


PD. No me voy a tirar el rollo auténtico de que yo soy una fan de las del principio de los tiempos. Honestamente, descubrí a The Black Keys hace sólo dos o tres años (y sentí nostalgia de habérmelos perdido durante tanto tiempo). Me los descubriste tú, aunque eso no vas a saberlo nunca, y probablemente tampoco leerás nunca este texto. Aun así: gracias, gracias, gracias.

PD2: Bonus tracks: 'Everlasting Light', temazo brutal que en el concierto acompañaron de una escenografía increíble. Gracias a quien se ha tomado la molestia de grabarlo y subirlo a YouTube para que parásitas como yo, que estaba demasiado ocupada flipándolo, lo aprovechen para su blog.

8 comentarios:

  1. Cada vez tengo más claro que me perdí un gran concierto... espero que vuelvan pronto por aquí y que sean más generosos la próxima vez.
    Lonely Boy es un temazo sin paliativos, un hit en toda regla... te penetra con contundencia y te deja el recuerdo de su efecto efervescente durante horas.
    Ayer me dijo un amigo que era como rock vitalista setentero y que no acababa de entender el porqué del furor... yo sé porqué: andábamos todos sedientos de rock :-)

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    1. Yo también espero que vuelvan rapidito y más dispuestos. Un público tan entregado merecía(mos) más, creo yo.
      ¿El secreto del furor repentino? Pues vete a saber... un poco de promo por aquí, otro poco de prensa musical inflando el globo por allá... pero estoy contigo: el rock siempre encontrará adeptos en todas las épocas, y más aún si es de sabor añejo.

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  2. Hola Carol!!!Soy Dj Carter,asiduo lector de su carismatico blog.Por lo q puedo deducir disfruto de lo lindo del pasado concierto de The Black Keys.Que tendra este grupo q le gusta tanto al personal...Espero q hablemos pronto y me informe de tan grata experiencia.Mientras tanto no deje de saltar,sudar y sonreir!!!Bs

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    1. ¡Y sin necesidad de bajo, Carter! ;-) Tenemos que hablar largo y tendido de varias cosas. ¡Besote!

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  3. En efecto, si no sudas, algo no haces bien (esto es aplicable a muchas actividades humanas)y estos tipos se lo curran y saben trasmitir muy bien su energía. PD: yo también canto guachiguachi, estudié Francés, el Inglés lo (mal) aprendí gracias a los Beatles ;)

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    1. Exactamente, es aplicable a muchas actividades humanas, jajajaj...

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