Paul visto por la ilustradora Kathryn Durst (fuente: Twitter oficial Paul McCartney) |
Llamadlo amor de fan, pero en mi opinión, ya quisieran muchas nuevas estrellas del pop que lo suyo sonara tan fresco como 'Come On To Me', tema del último disco del septuagenario Paul McCartney.
Posiblemente Egypt Station no aparece en ninguna lista de los mejores álbumes de 2018. Es más, buscando información para escribir esta entrada ya me he topado con un par de críticas de lo más virulentas que piden poco menos que el ex-Beatle sea arrojado desde la cima del monte Taigeto. No lo sé y no me importa; no me interesan lo más mínimo esas clasificaciones con las que nos inundan todos los medios musicales, sin excepción ni piedad, en los últimos meses del año.
Pero como en este blog estamos orgullosamente al margen de tendencias, modernidades y ortodoxias y escribimos de lo que nos da la gana, pues yo os cuento que he estado escuchando mucho Egypt Station en estos meses y lo seguiré haciendo, porque me gusta. No hace falta que un disco sea una obra maestra para que te mole, ¿o qué? Y si bien tiene varios temas un poco flojos, hay otros tantos que me encantan, y 'Come On To Me' es uno de ellos. ¿Que no pasará a la Historia de la música? Pues no; para empezar, porque ninguna obra de ningún Beatle en solitario es comparable a las que crearon como banda.
'Come On To Me' es una de esas piezas pop que te entran por los oídos a la primera y se queda girando en tu cabeza. Divertida, desenfadada y alegre. Letra sencilla y ritmo sencillo. No pienso que Paul pretendiera mucho más, la verdad. Escucharla me pone de buen humor, y eso no es poca cosa en los tiempos tan absurdos que vivimos y que nos arrastran a un estado permanente de mala leche.
Y por si la canción no lo fuera suficiente, el vídeo no puede ser más buenrrollero. ¡Ha sido verlo y darme unas ganas de ponerme a bailotear por mi oficina...! De hecho, me recuerda mucho al enorme clip del 'Lonely Boy' de Black Keys.
¡Mi favorito es Fred, el guardia de seguridad!
Se ve que Paul lanzó un reto en redes para que los fans enviaran sus propios vídeos bailando la canción (¡no me gustan nada esos retos!) y hasta él hizo sus pinitos:
En fin, que yo estoy encantada con que Paul McCartney siga en activo y grabando discos, aunque no espere de él una obra magna a la altura de su legado con los Fab Four. Pero eso no me impide disfrutar de sus canciones. Como ocurre con Woody Allen, con frecuencia la más mediocre de sus producciones es mejor que "lo mejor" de muchos músicos actuales.
¡A disfrutar del jueves!
A ver si los Rolling cogen ejemplo y
ResponderEliminarhacen lo mismo, cada uno por su lado
Y a ofrecer cosas nuevas, me ha encantado .
Y feliz Jueves.
¡Noooo, ellos no se pueden separar!
EliminarMe alegro de que te haya gustado :-)
¿Qué puedo decir, querida? Estoy completamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarNo había escuchado aún lo último de Macca, pero gracias a tu post lo voy a hacer y sé que me va a gustar -em términos generales-. Este tema es efectivamente una grandísima CBR, que no es moco de pavo. Ritmo contagioso y vídeo divertido y bien hecho, como acostumbra el maestro.
Me ha encantado la comparación con Woody Allen, porque sí, porque los artistas con mayusculas hasta cuando cagan lo hacen con maestría.
¡Abajo la dictadura de las tendencias!
«...hasta cuando cagan lo hacen con maestría» jajajajaja, FAN
EliminarCreo que lo disfrutarás. En verdad fue un regalo que sugerí para tu pasado cumpleaños, pero mi propuesta no prosperó ;-)
EliminarLas tablas y el talento siempre se notan. Y por contra: hasta el genio más genio perpetra algún truño de vez en cuando (por ejemplo, ciertos discos del Bowie de los 80 :P).
Ohhh! ese regalo era más difícil que me quedase pequeño...
Eliminar¡Jajajaja, eso sí!
EliminarQué grande el último minuto del segurata en el vídeo XD
ResponderEliminarDí que sí, abajo ortodoxias, ¡máxime en la música! =) (otra cosa es que te llegue, te guste o sea o no el momento de escuchar según qué cosas, también es verdad)
Síiiii, me ha encantado eso, jijiji...
EliminarEfectivamente: para gustos, colores, y ni siquiera en todas las épocas de nuestra vida nos gustan las mismas cosas. Lo cual está muy bien, porque si no, nunca nos abriríamos a nada nuevo.