'Sultans of swing' (by Isa)

Hoy es el cumpleaños de mi madre, así que este 'Sultans of Swing' va destinado a ella y a su amor por Mark Knopfler. Conozco a no pocos elementos que no soportan al ex lider de Dire Straits. Hortera es lo más bonito que dicen del escocés y de su mítica cinta de tenista en el pelo, pero a mí me la pela. Ya sabéis los que me seguís que desde que soy mayor no me avergüenzo ni me disculpo por gozar de lo que me mola, por mucho que a los eruditos y salvaguardas del buen gusto me miren con condescendencia. Desde aquí os lo digo: que os den.

Esta vehemencia mía se la debo a ella, a mi vieja, que es toda una rebelde y una insumisa a sus 67 castañas. También le debo mi afición a la lectura -que no es moco de pavo- y mi pasión por la música como algo indispensable para la vida. Gracias a mi madre, no soy capaz de tachar un día en el calendario sin haber escuchado al menos una canción que haga por salvarme la jornada. Ecléctica como ella sola le gusta el pop sesentero, el soul, la canción francesa, la música disco, la clásica, el new wave... de tó: desde los Beatles a ABBA, pasando por Dire Straits, Camaron, Aretha Franklin o Sabina. Su eclecticismo también lo he heredado.

'Sultans of swing' es una de sus canciones emblema y está en mi memoria auditiva desde que la tengo (se publicó cuando solo tenía tres años). Aunque el primero de los los discos de Dire Straits no sea el que más se ha escuchado en mi casa familiar, este tema lo tengo grabado en el subconsciente.




Dice Pol Rodellar en la revista Vice que 'Sultans of Swing' es "un tema plano, excesivamente conocido, hortera y demasiado agradable", pero reconoce que escucharlo cada día durante un año le salvó la vida. A mí no me parece plano en absoluto, tiene una letra enorme en la que describe a la perfección el ambiente musical de los pubs de Londres, lo que debió ser para ellos empezar sin tener ni un duro, y lo que es sentir la música aunque sea a contracorriente.

El tema reivindica el uso de instrumentos asociados normalmente al jazz o al dixie en el rock n' rollo, estilos por los que Knopfler siente debilidad. Y sí, es cierto que el solo del amigo Mark es el culmen del pajillerismo guitarrero y que es imposible que si suena en un bar no visualices a unos cuantos haciendo el air guitar pero lo que está claro es que no soy capaz de escuchar 'Sultans of swing' sin venirme arriba, y eso, queridos, es la esencia principal de Canciones de Buen Rollo. Aquí les tenéis jovencísimos en la versión de estudio, con Mark sin el look McEnroe:



Y aquí, sin cinta también -al final va a resultar que no se la ponía tanto- con Eric Clapton en el homenaje a Nelson Mandela por su 70 cumpleaños en 1988:



Si hay algo de lo que me arrepentiré siempre -a pesar de la madurez de la que hablaba antes- es haber perdido la oportunidad de disfrutar de Dire Straits en directo con mi madre. El amigo Knopfler no está por la labor de arrejuntarse con los del resto del grupo para regalarnos una gira, así que mientras tanto aunque sé que no es lo mismo, te regalo este post. ¡Felicidades mamá!