La de 'El Equipo A' (by Isa)

"En 1972 cuatro de los mejores hombres del ejército americano fueron encarcelados por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidos. Hoy, buscados todavía por el Gobierno, sobreviven como soldados de fortuna. Si usted tiene un problema y se los encuentra, quizá pueda contratarlos: el equipo A".

Sí. Lo he escrito de memoria. Y soy tan friki que también podría transcribirlo en versión original que, todo hay que decirlo, tiene mas sentido que en español. Es realmente espeluznante como sobreviven intactos los recuerdos de la infancia, mientras los más recientes se mezclan en la nebulosa más infame, aunque sean importantes. Me acuerdo de cosas de lo más moñas como los cumpleaños de mis compañeros del cole o la narración íntegra previa a la sintonía de inicio de 'El Equipo A'. Ese tipo de cosas. Y no creo que sea un caso único. ¿O sí?


Si has nacido a finales de los 70 o principios de los 80 es imposible que leas el primer párrafo de este post sin que se reproduzca mentalmente el tititití titití que acompañó tantas tardes de nuestra niñez frente a la tele. Esa tele con culo, con envergadura y volumen. Las peripecias de ese cuarteto de héroes de la pequeña pantalla eran lo más para mí y para mis hermanos. Y para el resto de los niños del barrio. Los chavales dejábamos los juegos y subíamos a casa hechizados como si fuera el mismísimo flautista de Hamelin el que tocaba esa sintonía, obra de los maestros Mike Post y Pete Carpenter que tienen en su haber algunas de las más míticas de la historia.

Cada uno teníamos nuestro favorito, en función de nuestra incipiente personalidad. Yo era de Hannibal, aunque la mayoría de las niñas preferían a Fénix que era el guapo. Nunca las entendí. George Peppard está a años luz en encanto y sex-appeal ¡Por favor! Los niños, en cambio, se repartían las simpatías entre MA y Murdock, dependiendo de si preferían ser los brutotes o los graciosillos de la clase (o de la calle).

La serie ha envejecido de pena... de hecho, alguna reposición que pude ver de reojillo ya entrada en la adolescencia me pareció lo peor. Así que me negué a volverla a ver. Prefiero que perviva en mi memoria tal y como la veía de pequeña, y no como un bodrio efectista lleno de explosiones y con acusaciones de sexismo por parte de las escasas actrices que formaron parte del metraje en las cinco temporadas que duró la serie. ¿Qué más da? Me encanta que los planes salgan bien.