La de Mazinger Z (by Carol)

Tetas, gatitos y nostalgia de los 80. Esto es lo que lo peta en redes sociales. Ya, me diréis que vaya un descubrimiento y que si para llegar a esta conclusión me he tenido que leer las obras completas de Chomsky y Eco (ciao, Umberto).


Lo de la morriña nos gusta más que a un gorrino hacer la croqueta en el barro. Que si los Playmobil (Clics para los de mi generación), que si 'Verano Azul', que si la Bruja Avería… En la música, esto ya alcanza niveles tremendous. Los grupos de los 80 regresan en masa con todo el papel vendido. Esto es bueno y malo a la vez. A saber, que vuelvan los 091: MUY bien. Que vuelvan Modestia Aparte: mal, horror, muerte. Para dos programas musicales que hay en la tele, uno está hecho de retales de actuaciones en TVE de hace 20 años como mínimo, y el otro es sobre siete viejas glorias del pop español haciendo el panoli en una casa. Sin comentarios.

Pero aquí no se libra ni Perry. Haciendo un poco de autocrítica, he de rendirme a la evidencia de que la mayoría de grupos españoles sobre los que he escrito en este blog no son de este siglo. Y ahí estaba, pensando en qué canción elegir para esta semana, cuando me ha venido a la mente una serie de rabiosa actualidad. Lo siento, pero la sintonía de Mazinger Z es demasiado molona como para no ceder a la tentación. Me rindo. Ya dejaré el siglo XXI para otra ocasión.

Mazinger es un mito absoluto para toda una generación que ni siquiera sabíamos qué eran el manga o el anime. Sin ir más lejos, tengo dos amigos cuyo salón está presidido por sendas figuras de Mazinger Z y Afrodita. Es más, su hijo de cuatro años dibujaba mazingers todo el rato, de la chapa que le pegaban sus padres con él (María y Emi, saludos cordiales).

Su emisión en “la primera cadena” me pilló ya por los pelos. Aún era demasiado pequeña, tres o cuatro años, por lo que creo que mis memorias al respecto son más autoproducidas que reales. Recuerdo merendar mientras veía los dibujos con mis primos mayores. Luego bajábamos al campito de enfrente y jugábamos a Koji y Sayaka y a puños fuera y pechos fuera. Esto de las tetas-misiles es algo bastante desconcertante, aunque en ese momento no lo parecía.

Pero lo mejor de todo era la cañerísima sintonía de cabecera, un maravilloso mix de pop japonés retro y de sonido yeyé occidental que hemos de agradecer al compositor Michiaki Watanabe. ¿Y qué pasa con la adaptación al español? Pues he leído por ahí que se le atribuye con frecuencia a Raphael, pero no: si hacemos caso a la gente de ‘Yo Fui a EGB’, que de esto sabe, se trata de un compositor bilbaíno llamado Alfredo Garrido García. También fue él quien adaptó las sintonías de Pippi Calzaslargas, La Abeja Maya o Heidi, entre otras.

Aparte del recuerdo infantil, tengo muy presente esta canción porque la pinchan siempre en el Morticia, simpar garito de mi pueblo del que ya he hablado alguna vez, y siempre triunfa. Vamos ya a escucharla, primero en español. Qué bien que alguien se ha tomado la molestia de unir la intro y la sintonía de salida:

Y ahora en japonés, para los alumnos aventajados:

Os dejo con esta versión metalera que me he encontrado por casualidad. Veis como hablaba en serio cuando decía que esta serie marcó a toda una generación…