Saturday night's alright for fightin' (by José A. Plaza)

Imagen promocional del single

Un piano, un vestuario curiosón, unas gafas estrafalarias y un pedazo de músico. Con ustedes, Elton John, que no sólo vive de baladas y música ligera: su contribución al rock and roll más guitarrero, gamberro y crudo con el 'Saturday night's alright for fightin'' merece un post buenrrollero y mucho más. También podía haber elegido otros trallazos rockeros suyos como The bitch is back o Kiss the bride, pero siempre he tenido debilidad por el el Saturday´s night… 

Cada vez que escucho a Elton John, que esta semana ha cumplido 68 años, me viene a la mente el principio del American pie de Don McLean, que reza "A long long time ago, I can still remember how that music used to make me smile…" Pues eso: escuchar a Elton me pone feliz, me da buen rollo, me pone los pelos como escarpias… Me retrotrae a mi infancia, cuando aterrizó en casa el recopilatorio 'The very best of Elton John' (que recomiendo fervientemente a los menos iniciados, junto al imprescindible 'Goodbye yellow brick road', de 1973, en el que se encuentra el tema que me ocupa). Cuando escuché por primera vez este recopilatorio tendría algo más de 10 años (se editó en octubre de 1990, imagino que llegaría a mi casa unos pocos años después, a principios de la década grungie). Posiblemente, es el disco (doble, por cierto) que más escuché hasta tener 18 años.

La séptima canción del disco 1 (ya había CD, sí) era ese 'Saturday night's alright for fightin''. Con el riff inicial te enciende, te pone de 0 a 100 en un suspiro. Cuando entra la voz de Elton te transporta a la previa de una buena noche de farra, y te preguntas cómo este tío es el mismo genio que bordó Sacrifice o Candle in the wind, por citar dos de sus baladas más conocidas.

Elton John suena en Saturday's night… marrullero, pendenciero, rebelde, juerguista. Ideal para escucharle mientras un adolescente se viste en casa antes de salir a buscar unas cervezas, una noche entre amigos, unas faldas (o unos pantalones, igual da), y lo que se tercie.  Básicamente es lo que hacía yo en casa, con mi padre gritándome que bajara la música, mientras me afeitaba antes de salir con los colegas. Este tema era como un ritual pre-jarana.

La letra es del sempiterno colaborador de Elton, Bernie Taupin, y parece que está basada en las broncas que se montaban en un pub que ambos frecuentaban. Sea como fuere, la canción se grabó originalmente en Jamaica (con un sonido más que mejorable; Elton ha dejado caer en varias ocasiones el pequeño infierno que supuso grabarla), y es conocida también por sus versiones. Queen la versionaba a menudo en sus directos, los Who también hicieron una versión, e incluso Nickelback y WASP se han atrevido con ella.

Sólo de pensar en cuando la cantaron juntos Elton John y Roger Daltrey en el concierto homenaje al fallecido Freddie Mercury, en Wembley 1992… En fin. Me conformo con haberla escuchado el año pasado en el Palacio de los Deportes de Madrid, en mi segundo concierto de Elton John. En el primero, hace cuatro años, también en el Palacio y junto al percusionista Ray Cooper (con el que ya giró en 1979), dio un conciertazo, pero no tocó el Saturday´s night...

Por cierto, que en 1999 tenía compradas entradas para verle, con mi padre, pero suspendió el concierto que iba a dar en Madrid por problemas de salud, dándome un disgusto del 14. Pero ésa es otra historia…  It´s seven o clock and I wanna rock. No digo más.