Corazón contento (by Carol)

Con eso de que últimamente este país parece un capítulo del NO-DO y de que, como en la época del desarrollismo, Mallorca sigue siendo destino predilecto del turismo extranjero más refinado, hoy se me ha metido en la cabeza este temazo:


 


‘Corazón contento’ es un llenapistas infalible. Así lo he comprobado en muchos antrazgos nocturnos y en mí misma, que no puedo mantener los pies quietos cada vez que lo escucho. Y de verdad que te pone contenta, dejando al margen lo ñoño de la letra de Palito Ortega, ese hombre, y que Marisol en esa época era de todo menos feliz.


Me cae muy bien esta mujer. Es bien sabida su historia de niña prodigio ("juguete roto", que dirían los Muchachada) explotada sin escrúpulos por el productor Manuel Goyanes y utilizada como instrumento propagandístico por el franquismo. Pasaron muchos años hasta que pudo vivir su propia vida. Se deshizo de los Goyanes, encontró a Antonio Gades, abrazó el comunismo -¡qué grandioso corte de mangas a Franco!-, se separó del bailarín y desde hace años vive tranquilamente en Málaga pasando de los focos.

Pero volvamos a 1969. Marisol interpretó ‘Corazón contento’ también con su autor, que debía estar flipando de compartir escenario con tamaño pibonazo. Fue incluida en la película El taxi de los conflictos, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia. No la he visto ni lo haré si puedo evitarlo, pero teniendo en cuenta que éste tiene en su haber tremendos jits como Raza (basada en una idea del propio Franco, que no podía dejar de crear), me atrevo a decir que es un peliculón, fijísimo. Aun así, creo que tenéis que ver el videoclip: chicas minifalderas jugando con mangueras, Jaime de Mora y Aragón vestido de mamarracha… muy fino todo y para nada sexista, oigan.


 


Termino con la versionaca instrumental que se marcan Los Coronas. Y como curiosidad, en la banda sonora de la peli Una palabra tuya se incluye una preciosa versión de Julio de la Rosa interpretada por Queyi, que transmite una tristeza y una melancolía tremendas. Un buen ejemplo de cómo un tema puede revisarse desde prismas muy distintos.