Billie Holiday con su perro Mister, el único acompañante que la quiso de verdad |
Se llamaba María. Tenía 46 años, dos hijos y la vida por delante, hasta que su marido decidió que no. La asesinó con su escopeta de caza delante de su hijo de 11 años. Les jodió la vida a los tres, y después, con la cobardía que anida en estos miserables, se pegó un tiro.
María es la víctima número 41 de violencia de género en España en lo que va de año. Fue asesinada mientras nosotras escribíamos sobre la conmemoración del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y ha sido un macabro y triste recordatorio de que esta fecha simbólica continúa siendo necesaria (pero no suficiente).
Cada 10 minutos una de nosotras es asesinada en el mundo, según datos de la ONU. Aun así, no parece ser un tema suficientemente prioritario en la agenda política y es incluso negado por algunos y algunas. Vamos bien…
Las raíces de la violencia machista que nos asola y nos mata son extensas y están por todas partes. En la educación que recibimos y que damos, en las acciones (o inacciones) políticas, en el trabajo remunerado y en el doméstico… Por supuesto, también en el arte. Cuántos libros, películas, canciones que nos recuerdan que “este es un mundo de hombres”, parafraseando a James Brown.