Como una bocanada salvadora de aire fresco llegó al Wizink Center de Madrid la superlativa Florence Welch para dejar boquiabierto a un público totalmente entregado que llenó el Palacio de la calle Goya este pasado 21 de Marzo.
Fiel aliada y compañera de la tan ansiada primavera, la misma semana en la que la estación de las flores daba comienzo en el hemisferio, el torbellino Florence and The Machine aterrizaba en nuestra ciudad para ofrecernos un soberbio recital de pop rock presentando su High As Hope Tour. Con dominio absoluto en cada momento del espectáculo, la delicada y (sin embargo) poderosa intérprete, encandiló a todos y cada uno de los asistentes acompañada de su precisa y potente banda, ofreciendo un soberbio recital con un sonido en directo perfectamente refinado y digno de grandes noches.
Su abrumadora presencia irradiante de gracilidad, paz y armonía conectó con el público como una suerte de unión mágica. La gente interpretó rápidamente su onírica propuesta dejándose acunar en sus dulces brazos. Florence, deidad pelirroja a la que nada turba o inquieta, fue la perfecta dueña de la situación.
Con 30 minutos de retraso sobre el horario previsto, la fascinante diva hizo acto en escena ataviada con su característico vestido largo, transparencias y unos descalzos pies que ayudaban a un juego rítmico y suave de danzas mágicas evocadoras de aquellos antiguos rituales celtas. Cual grácil cisne, Florence nos mostró el camino con su estudiada puesta en escena acompañada del fervor colectivo, extasiado ante la magnífica potencia vocal. Impresiona realmente la calidad y pureza de su canto, confirmando ampliamente la condición que atesora y que sorprende a gente que hemos visto y disfrutado de no pocas actuaciones en directo.
Como dosis mágicas de delicada ambrosía, fue dosificando la elaborada setlist comenzando con “June” y “Hunger”, éxitos de su último disco a los que siguió el primer discurso de la noche, plagado de agradecimientos y amor hacia los asistentes. “Between Two Lungs”, “Only It For a Night” y ”Queen Of Peace” alternaron dosis de pop con su rock más potente y directo en un acierto increíble en la selección musical de la noche. Tras esta última canción, Florence siguió con más agradecimientos recordándonos, con su aterciopelada y delicada voz, la energía y el fervor que recibe al tocar en nuestro país. Seguímos anonadados ante su potencia y virtuosismo con “South London Forever” y “Patricia” a la que siguió la rockera, excepcional y optimista “Dog Days Are Over” con la que la mágica vocalista exhibe nuevamente su espléndida voz aderezada con nuevo speech sobre la paz y el amor que debiera prevalecer en el mundo, animando a todo el Palacio a abrazarse y fundirse a modo de ritual de expiación ante el mal y el odio atenazante, reto que consiguió en una pista abarrotada y absolutamente entregada a la exhibición pletórica y optimista de la gran estrella de la noche.
Una vez sobrepasado el ecuador del show, llegaron como un torrente “Ship To Wreck”, la novedosa, punzante y soulera “Moderation”, “The End Of Love” y “100 Years”con las que Miss Welch siguió deleitando con incombustible y perfecta armonía de voz, fluyendo a través de sus danzas liberadoras acompañada de una magistral banda. Más tarde siguió la euforia redentora y desmedida con “Cosmic” y “Delillah” en la que Florence vuelve a mostrar de nuevo toda su extensión vocal, volviendo a enloquecer a los asistentes con una larga incursión hasta la mesa de sonido. Micro en ristre y alejada de su espacio natural, interpretó magníficamente este temazo fetiche, volviendo a reflejar todo el potencial de la diva inglesa aprovechando su torrente de voz mágico y entusiasta.
La incostentable y rockera “What Kind Of Man” fue la elegida para cerrar el repertorio oficial a la que siguió sumando andanadas de calidad con dos magníficos bises. La contenida “Big God” y la pletórica “Shake It Out” que cerraron dos horas de un concierto absolutamente apoteósico que catapulta a este estimulante fenómeno trascendiendo lo puramente artístico. La figura de esta diva superlativa de aura celestial y delicadas maneras cautivó, motivó y convenció por su forma de ser y estar. Por eso y por mucho más, gratitud eterna a la gran Florence Welch por hacernos sentir el poder catártico y purificador del amor por la música.
21/03/2019 Wizink Center Madrid (11.500 personas, lleno)
· Florence Welch - voz principal, percusión.
· Isabella Summers - teclados.
· Robert Ackroyd - guitarra.
· Christopher Lloyd Hayden - batería, percusión, coros.
· Mark Saunders - bajo, percusión.
· Tom Monger - arpa, xilófono, bajo acústico.
· Rusty Bradshaw - teclados, guitarra rítmica, coros
Con 30 minutos de retraso sobre el horario previsto, la fascinante diva hizo acto en escena ataviada con su característico vestido largo, transparencias y unos descalzos pies que ayudaban a un juego rítmico y suave de danzas mágicas evocadoras de aquellos antiguos rituales celtas. Cual grácil cisne, Florence nos mostró el camino con su estudiada puesta en escena acompañada del fervor colectivo, extasiado ante la magnífica potencia vocal. Impresiona realmente la calidad y pureza de su canto, confirmando ampliamente la condición que atesora y que sorprende a gente que hemos visto y disfrutado de no pocas actuaciones en directo.
Como dosis mágicas de delicada ambrosía, fue dosificando la elaborada setlist comenzando con “June” y “Hunger”, éxitos de su último disco a los que siguió el primer discurso de la noche, plagado de agradecimientos y amor hacia los asistentes. “Between Two Lungs”, “Only It For a Night” y ”Queen Of Peace” alternaron dosis de pop con su rock más potente y directo en un acierto increíble en la selección musical de la noche. Tras esta última canción, Florence siguió con más agradecimientos recordándonos, con su aterciopelada y delicada voz, la energía y el fervor que recibe al tocar en nuestro país. Seguímos anonadados ante su potencia y virtuosismo con “South London Forever” y “Patricia” a la que siguió la rockera, excepcional y optimista “Dog Days Are Over” con la que la mágica vocalista exhibe nuevamente su espléndida voz aderezada con nuevo speech sobre la paz y el amor que debiera prevalecer en el mundo, animando a todo el Palacio a abrazarse y fundirse a modo de ritual de expiación ante el mal y el odio atenazante, reto que consiguió en una pista abarrotada y absolutamente entregada a la exhibición pletórica y optimista de la gran estrella de la noche.
Una vez sobrepasado el ecuador del show, llegaron como un torrente “Ship To Wreck”, la novedosa, punzante y soulera “Moderation”, “The End Of Love” y “100 Years”con las que Miss Welch siguió deleitando con incombustible y perfecta armonía de voz, fluyendo a través de sus danzas liberadoras acompañada de una magistral banda. Más tarde siguió la euforia redentora y desmedida con “Cosmic” y “Delillah” en la que Florence vuelve a mostrar de nuevo toda su extensión vocal, volviendo a enloquecer a los asistentes con una larga incursión hasta la mesa de sonido. Micro en ristre y alejada de su espacio natural, interpretó magníficamente este temazo fetiche, volviendo a reflejar todo el potencial de la diva inglesa aprovechando su torrente de voz mágico y entusiasta.
La incostentable y rockera “What Kind Of Man” fue la elegida para cerrar el repertorio oficial a la que siguió sumando andanadas de calidad con dos magníficos bises. La contenida “Big God” y la pletórica “Shake It Out” que cerraron dos horas de un concierto absolutamente apoteósico que catapulta a este estimulante fenómeno trascendiendo lo puramente artístico. La figura de esta diva superlativa de aura celestial y delicadas maneras cautivó, motivó y convenció por su forma de ser y estar. Por eso y por mucho más, gratitud eterna a la gran Florence Welch por hacernos sentir el poder catártico y purificador del amor por la música.
21/03/2019 Wizink Center Madrid (11.500 personas, lleno)
· Florence Welch - voz principal, percusión.
· Isabella Summers - teclados.
· Robert Ackroyd - guitarra.
· Christopher Lloyd Hayden - batería, percusión, coros.
· Mark Saunders - bajo, percusión.
· Tom Monger - arpa, xilófono, bajo acústico.
· Rusty Bradshaw - teclados, guitarra rítmica, coros
Joer, que descubrimientos se hacen
ResponderEliminaren este blog.
A que sí ;-)
EliminarTenía yo poco escuchada a esta chica y gracias a tu playlist ha sido la banda sonora de mi día :-) Quizá un pelín épica para mi gusto, pero seguro que en directo suena espectacular.
ResponderEliminarEs muy buena en directo, maneja como nadie registros de rock, pop y soul y sin apenas esfuerzo aparente. Cuántas divas de medio pelo sobrevaloradas deberían pasarse por un concierto suyo...
ResponderEliminarseca!!
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