Fiesta (by Carol)

Resulta que hoy iba a escribir sobre otra canción (que me guardo para un futuro post), pero por alguna razón llevo un par de días con ‘Fiesta’ en la cabeza… ¡así que algo querrá decir! Vamos pues con el señor Serrat, que ya ha asomado por este blog en un par de ocasiones por parte de Isa.

Para mí, Serrat es, junto a Sabina, Javier Krahe, Aute, Silvio Rodríguez y otros tantos, la banda sonora de la casa de mis padres cuando era pequeña. También la del coche familiar con las ventanillas bajadas a modo de aire acondicionado de camino a la playa. Recuerdo especialmente esas casetes, el disco Fa 20 anys que tinc 20 anys -por su foto a lo Guillermo Tell en la portada- y la caja con cuatro LP’s Joan Manuel Serrat. Disco de Oro. Creo que ahí estaba ‘Fiesta’, entre otros tantos jitazos. Es que lo de este hombre era jitazo tras jitazo; no creo que haya ni un hispanohablante que no conozca sus canciones, al menos ninguno mayor de 30 años.

Igualmente, Serrat le cae bien a todo el mundo. Ahora me cae aún mejor si cabe, tras enterarme de que ese monumento a la caspa ibérica llamado Bertín Osborne se enzarzó a puñetazos con el catalán porque éste intentó levantarle a una chica en una discoteca (cosa que, evidentemente, habría logrado, a poco buen gusto que tuviera ella). Incluso ciertos músicos bastante alejados de su estilo han admitido que es un tipo que compone “unas canciones redondas”, como reconoció Josele Santiago tras facturar la tremendísima versión de ‘Señora’, siempre presente desde entonces en los directos de Los Enemigos. En este caso -lo siento, Joan-, tengo que deciros que me quedo con la versión. No queráis ver mi desmelene cada vez que la escucho...

Tanto ‘Señora’ como ‘Fiesta’ están incluidas en el álbum de 1970 Mi niñez. La contundencia instrumental y el vozarrón de Joan Manuel hacen de ‘Fiesta’ una canción de esas que acelera el ritmo cardíaco. La letra destila la ironía fina y divertida tan propia del cantante para darle un repasito a la brecha social y al inmovilismo de la España de entonces, así como quien no quiere la cosa: 

Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.

Este tono crítico pasó desapercibido para los censores franquistas capitaneados por Fraga, ese demócrata de toda la vida. Estos no eran muy avispados, aunque sí puñeteros, así que el tema no se libró de la tijera. El cantautor se vio obligado a cambiar, por ejemplo, “magreando” por “abrazando” en uno de los versos y “la zorra rica al portal” por “la rica vuelve al portal”. También tuvo que cambiar el lila por el verde para que las banderas de papel de las que habla no formaran una clara enseña republicana.

Veamos ya en acción a Serrat luciendo tipín, pelazo y pantalón campana en el Parque de Atracciones de Madrid, allá por los 70 (cantando la versión no censurada, por cierto):

 

Termino con la fidelísima versión de Tahúres Zurdos. El chorrovoz de Aurora Beltrán le va que ni pintado a este tema, ¿no creéis?