¿Quién no recuerda esta magnífica serie y su sintonía? Las risas que me proporcionaron estas cuatro abuelas durante la infancia, qué cracks... y qué raro resultaba ver a esas mujeres entradas en años felices, independientes y desinhibidas en la España de los 80, donde la mayoría de las señoras mayores y más si eran viudas iban de luto riguroso. Era una premonición de un futuro halagüeño que se ha cumplido en gran medida. Menos mal.
Las Chicas de Oro, Blanche, Rose, Dorothy y Sophia, fueron referentes feministas para mí. Qué cosas, ¿verdad? no creo que fuera el objetivo de la comedia, pero al final el público es el dueño de lo que ve y no el creador. Mi favorita era Sophia: sagaz, irónica y sin pelos en la lengua. No sé la cantidad de veces que me habré dicho que cuando sea vieja quiero ser como ella.