DIEZ AÑOS DE CBR

viernes, 26 de octubre de 2018

La Raíz: 'Entre poetas y presos' (by José A. Plaza)


Va un post raro. Casi tanto como el anterior, que aún me recuerdan algunos qué hace un heavy dándole bola a Los Fresones Rebeldes. Ahora escribo sobre un grupo que he descubierto hace unos meses: La Raíz. En absoluto son de mi palo, pero me han sorprendido. ¿Qué toca esta gente? Un poco de todo y todo junto: ska, hip-hop, rock, reggae… Mestizaje musical a todo trapo. Trompetas, acordeón, batería, guitarra, tres o cuatro vocalistas y hasta una mesa de mezclas. Mensaje político a saco, vaya por delante, por si este detalle te motiva/espanta: escucharles es casi como ir a un mitin de la vieja Izquierda Unida

La Raíz tiene cinco discos y, tras algo más de diez años juntos, ahora están en un parón indefinido después de haber cerrado capítulo con un señor directo en Madrid el año pasado. Los dos discos que más me gustan son los dos últimos. Así en el cielo como en la selva (2013) y Entre poetas y presos (2016). Muy recomendables. Éste, el último, tiene un trallazo que no te puedes quitar de la cabeza, que da título al disco: “Entre poetas y presos”.



No se puede definir de otra manera como un auténtico himno republicano, así que si eres más zurdo que Anguita te será más fácil disfrutarlo. Musicalmente La Raíz le puede gustar a todo el mundo, faltaba más, pero si eres de derechas, monárquico, católico y conservador, te va a resultar pelín incómodo escucharles. Si me hubieran pillado con 20 años igual les habría seguido al fin del mundo, pero me he hecho algo mayor para bailarles al agua al 100% y el rollo revolucionario me da algo de pereza, lo reconozco… Qué más da. Son un grupazo y, para un heavy como yo, es una sorpresa llevar varios días escuchándoles en mis viajes diarios en coche. Que a mis dos hijos pequeños les flipen es otra de las razones, sí.

¿Cómo descubrí el tema? Es una historia divertida, de viejoven cebolleta. Despedida de soltero –conjunta- de un par de colegas. Cuando ya dábamos el día –noche- por casi finiquitado, nos da por acercarnos a los Bajos de Argüelles, que tantas noches grandes nos dieron en nuestra adolescencia. Tras pasar por un par de garitos heavies, entramos en otro en el que igual te ponían a Europe, Celtas Cortos, Nightwish, Arctic Monkeys que Seguridad Social. Justo después de desmelenarnos con el Fullmoon de Sonata Arctica, dejando flipados a los mútiples millenialls que poblaban el garito, empieza a sonar lo que después supe que era 'Entre poetas y presos'. Joder, aquello parecía la canción bisnieta de la Internacional, Ay Carmela y A las barricadas, todas juntas. Los chavales montaron una tremenda cantándola y bailándola, y mis colegas y yo bastante hicimos por tratar de seguirles la corriente para no quedarnos fuera de juego.

Hace unos meses hablaba con un colega amante de la música, que tiene un grupo poppie desde hace años. Un tipo muy fiable para hablar de música. Trabaja con veinteañeros. Me venía a decir que muchos chavales de hoy en día pueden escuchar sin ningún problema a El Chojín con una camiseta de Metallica. Vaya, que les pueden ir múltiples palos musicales, que pasan de uno a otro sin problema, y que les importa un bledo. Lo contrario a las tribus musicales de toda la vida. No sé si estos chavales son representativos de la juventud de hoy en día o no, pero al escuchar La Raíz me acordaba de esta charla con mi colega. Mezclar no es nuevo, que ya se hacía hace décadas, pero quizá el siglo XXI sea el de abrirse a todo lo que ya está inventado. O no, que a mí lo que me gusta es el heavy metal, qué coño. Entre Megadeth, Blind Guardian y Therion, La Raíz se ha hecho un hueco...

5 comentarios:

  1. Pues no los conocía y no es mal descubrimiento. Siempre tengo momentos en la semana (o en el mismo día) en los que me apetece oír algo más reivindicativo antes que la bilis me salga por la boca ("panfletero" dirían algunos -pero no estoy demasiado de acuerdo con eso).

    Con todo y con eso, me quedo con Sonata Arctica, a quienes por cierto nunca les he dado una escucha con detenimiento =)

    Puede que sí, que las nuevas generaciones se hayan deshecho de las etiquetas... a mí personalmente me daban pereza entonces y cuanto más viejo me hago más ridículas me parecen. Pero eso ya para otro post :P

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  2. No conocía de nada a este grupo y no es realmente "my cup of tea", como dicen los brexitanos ;-) Pero todo lo que sea cruzar fronteras, mezclar estilos y romper ortodoxias, ¡bienvenido sea! En lo musical, como en tantos otros aspectos de la vida, permanecer cerrados a otras cosas es tremendamente empobrecedor.
    Me encanta tu anécdota de los bajos, ¡qué buenos bares rockeros había por allí!

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  3. Los Bajos de Argüelles me han dado tantas noches grandes... Fue una auténtica noche remember. Paro por allí de vez en cuando para recordar tiempos pasados...de no hace tanto ;) Dadles una escucha a a esta gente, merecen la pena

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  4. ¡Madre mía! Qué recuerdos me traen los bajos de Argüelles... Es curioso como ahora, que vivo muy cerca, paso de vez en cuando por la zona durante el día y me parece otro sitio del que recordaba, desprovisto de la magia nocturna y etílica de la adolescencia.

    No conocía la canción y el estilo no es lo mío, pese a ser más zurda que Angüita, pero la verdad es que molan mucho y me alegro de que los chavales escuchen música comprometida y de que sean eclécticos. ¡Eso es el progreso! ¡Abajo las etiquetas!

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  5. Ya sabía yo que ese zagal enclenque con dos aros en las orejas me sonaba de algo ;)
    Check it out! Hablarán las calles

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