DIEZ AÑOS DE CBR

jueves, 5 de julio de 2018

¡Ringuistas del mundo, uníos! (by Carol)

ringo-starr-wikipedia
El gran Ringo, en plena forma (foto: Wikipedia)

Antes de que empieces a leer, he de advertirte de que esta no es una crónica de concierto al uso. Entre otras cosas, porque no tiene ningún sentido contar lo que pasó hace una semana, cuando ya todos los medios lo han hecho (algunos muy bien y con mucho cariño). Además, he perdido cierto interés en ese formato, no sé bien por qué... y ¡qué leches!, que soy demasiado vaga como para desgranar una crónica con el detalle con que las escribe mi camarada Isa. De hecho, era ella quien tenía que haber estado allí esa noche, pero por cosas de la vida, la entrada terminó en mi bolsillo, así que vaya esta entrada dedicada a ella :-)

Entonces, esto no es más que un comentario personal y emocional, sin ninguna pretensión de rigurosidad ni de sentar cátedra, sobre las sensaciones que me dejó del concierto que Ringo Starr ofreció con su All Starr Band el pasado 28 de junio en Madrid. 


Como ya se sabe que la palabra "pero" invalida todo lo que va antes del "pero", voy a empezar de menos a más entusiasmo. 

Ringo Starr & His All Starr Band estuvieron más que solventes y sonaron muy bien. Llevaban un repertorio compuesto por las canciones que Ringo cantaba en The Beatles y temas suyos en solitario, más grandes clásicos que, hay que decirlo, hicieron las delicias de muchos presentes. A mí me pareció un pastiche un poco raro. Honestamente, me interesaba poco escuchar versiones de Santana (que no es que sea santo de mi devoción) o de Men At Work, por muy bien ejecutadas que estuvieran. Yo estaba allí para escuchar a Ringo Starr y los momentos en que él se retiraba a la batería para dejar cantar al resto del grupo me resultaron un poco bajoneros. 

No ayudaba tampoco estar sentada en gradas en lugar de en pista (¡aunque allí también estaban sentados!), a una distancia del escenario tan literal como simbólica. No había pantallas que ampliaran lo que ocurría sobre el escenario, por lo que creer que el tipo que estaba allí era Richard Starkey y no un doble era casi un acto de fe. Seguro que los que estaban delante se llevaron otra impresión muy distinta, pero... 

Un Wizink Center -aka Palacio de los Deportes- bastante desangelado no ayudó a romper el hielo. La promotora pecó de optimista, me temo: Starr no tiene el tirón de Paul McCartney. Un espacio más discreto y no dar el sablazo con el precio de las entradas habrían redundado mucho en beneficio del espectáculo. Tampoco debió ser plato de gusto para la banda ver el recinto semivacío.   

Con todo y con eso, se les veía cómodos y pasándoselo bien en el escenario, aunque no nos regalaron ni un triste bis. Y eso está feo. 

Peroooo, un momento: ¡Que Ringo es Ringo, copón! Un talentoso batería, y encima el batería del grupo más grande la historia del pop; un tipo jovial a sus 78 tacos, bromista durante todo el concierto, que conserva una buena voz, buena planta y pelazo; ¡un beatle! El beatle con menos ego y más sentido del humor y el más menospreciado. No voy a negar que, a nivel compositivo, sus contribuciones al grupo fueron muy inferiores a las de Paul, John y George. Nadie discute eso. Pero la magia de The Beatles surgía con los cuatro juntos; reside en sus canciones y en cómo las interpretaban, en su complicidad en el escenario y en el estudio, y Ringo tuvo mucho que ver en mantener el buen rollo y el clima creativo en la banda, lidiando con tres genios y sus tres descomunales egos. Sin él, estoy convencida de que se habrían disuelto mucho antes, y sus compadres eran conscientes de eso. De hecho, cuando harto de ser ninguneado tiró la toalla, les faltó tiempo para correr a buscarle. 

Pues sí, soy una ringuista convencida, ya lo veis. Y disfruté mucho en el concierto de las canciones que él interpretó: esos clásicos tan queridos por The Beatles, como 'Matchbox' y 'Boys'; el 'Don't Pass Me By'; por supuesto, 'Yellow Submarine', coreado por todos; una fantástica versión del 'You're Sixteen' de Johnny Burnette... Pero el momento que estaba esperando, ese momento de: "¡¡¡Estoy viendo a un beatle!!!", llegó con un 'A Little Help From My Friends' cargado de emoción y significado que nos puso a todos en pie. Lástima que la fundiera con un fragmento del 'Give Peace a Chance' de Lennon que, me vais a perdonar, me supera absolutamente.

Aquí podéis ver este instante, gracias al simpático y generoso fan que lo grabó. Es en el Olympia de París, pero reproduce bastante fielmente el concierto de Madrid:




Os dejo con otra de las canciones más memorables del bolo, la segunda del set y quizá su tema en solitario que más me gusta: 'It Don't Come Easy', en la que se notan claramente los ecos de la colaboración de George Harrison. Me quedo, por encima de todos los "peros" posibles, con estos grandes momentos y con la sensación feliz de haber visto ya a los dos beatles que quedan. Y eso, para una grupi como yo, no es poca cosa.


* Si tenéis curiosidad, podéis consultar el setlist completo en este enlace.

8 comentarios:

  1. A pesar de los "pero"s se nota que te valió la pena ver al bitel =)

    Qué mala suerte también el error de cálculo, al escoger el sitio, porque seguramente en un ambiente más recogido hubiera estado mejor, peeeeero viste a un bitel ;)

    Muy chula la última canción por cierto, no la conocía, y muy emotiva la versión en directo desde París.

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    1. Cierto, vi a un bitel, jejeje...
      'It Don't Come Easy' es una gran canción, sí. He leído que George quería meter al final alguna referencia a Dios o a Krishna (estaba en su época espiritual), y Ringo dijo que nones, así que acabaron consensuando meter la palabra "paz", y así todos contentos.

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  2. Oh!Ya me he perdido a Paul y ahora a mi Ringo :-( envidia total te tengo. Recuerdo que en el concierto de James Taylor nos preguntó que qué hacíamos sentados, que menudo rollo :-D igual le faltó eso, ¿no? PERO es un Beatle y eso para mí lo compensa TODO. Incluso no verle más que por telescopio .

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    1. ¡Aún estás a tiempo de ver a los dos! De hecho, Paul creo que va a girar en breve.
      Me encanta cuando los propios artistas le piden al público que olvide convencionalismos y se levante, jejeje... James Taylor tampoco debe estar nada mal en directo.
      ¡Muchas gracias por pasarte por aquí, María! ¡Un abrazo!

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  3. Hace dos sabados lo ví , en un documental sobre el grupo, y las imagenes del evento en la azotea de su sello discografico .

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    1. Son muy míticas esas imágenes de la azotea, un momento histórico y verdaderamente rompedor.

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  4. Estoy segura de que de haber podido estar ahi, habría sentido algo muy parecido a lo que viviste tú. La emoción de estar ante un beagle y de escuchar en directo esos grandes temas, y la frialdad del ambiente.
    Gracias por ser mis ojos, mis oidos y mis manos para contármelo tan bien :-)

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    1. En tu compañía habría sido mejor, sin duda alguna :-)

      Me encantan las jugadas del autocorrector :D

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